Análisis de Beat Cop para PC

¿Eres fan de las series policiacas que inundaban nuestras televisiones en los años 80? Pues nuestro análisis de Beat Cop para PC te va a traer mucha nostalgia. Policías, atracos y demás se reúnen en este juego bajo el abrazo del tributo ochentero.

Cuando uno habla de los años 80 es inevitable pensar en la cantidad de series y pelis que surgieron de esos años. Corrupción en Miami, RoboCop, El Equipo A y un porrón de nombres conocidos fueron los culpables de criar a varias generaciones amantes de dicha década. Si eres parte de este grupo es probable que este análisis de Beat Cop para PC te traiga buenos recuerdos.

Desde el primer minuto se puede apreciar el cariño que ha empleado Pixel Crow a la hora de dar a luz a Beat Cop. Y es que, como ya avisan, no estamos ante un fiel reflejo de la Nueva York de los años 80. En su lugar, el espejo es sustituido por una pantalla de televisión. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que lo que tenemos es la visión de los 80 que enseñaban las películas y series de la época. De esta manera, los ingredientes de Beat Cop son los policías rebeldes, las bandas callejeras y demás clichés propios de la época.

Apatrullando la ciudad

Junto a este ejercicio de nostalgia, nos encontramos ante un juego que nos pone de lado de la ley. Y es que nos toca ser un agente de policía a quien han bajado de rango por una falsa acusación de robo. De esta manera, no nos tocará resolver crímenes, sino que nuestro día a día lo compondrán las inspecciones a calle.

La cosa puede sonar aburrida, y es que el ir poniendo multas y revisando ruedas no suena precisamente atractivo. No obstante, Beat Cop se mueve en un terreno similar al de Papers, Please. Es decir, que su intención es la de «simular» el oficio de agente policial. Para ello, cada día del juego nuestro superior lanzará alguna regañina (otro tópico de regalo) y nos asignará tareas. Poner multas, hablar con tenderos, revisar la calle…

Para darle un poco de salsa al asunto y no pasarnos todo el rato mirando coches, el juego tiene algo más de profundidad. Y es que a parte de las tareas, las cosas se pueden complicar de repente. ¿Cómo? Pues viendo ladrones en pleno acto o recibiendo recados de los ciudadanos.

A parte, como guinda del pastel contamos con un enemigo extra: el tiempo. Y es que Beat Cop funciona a base de días, de forma que mientras hagamos tareas el reloj irá avanzando. Y, sí, nos tocará elegir qué recados hacer y cuáles dejar de lado, ya que no nos dará tiempo a realizar todas nuestras labores.

Poli bueno, poli malo

¿Qué sería de un juego de policías de los 80 sin la corrupción? Pues Beat Cop la tiene presente, ya que veremos a más de un ciudadano que nos intente sobornar para librarse de una multa, dejándonos a nosotros la opción de pillar el dinero o seguir por el camino de la ley. A parte, varias acciones dejan elegir la forma de resolverlas.

A pesar de todas estas opciones, Beat Cop peca de ser repetitivo. Y es que por muchos atracos y opciones que tengamos, el núcleo del día al día del juego reside en revisar los vehículos y poner multas. Irónicamente, estamos hartos de ver en televisión policías hartos de este trabajo, pero dudo que Pixel Crow quisiera trasladar esta sensación a sus jugadores.

Es una gran pena que este juego peque de este problema. Tiene unas buenas animaciones a pesar de no ser el pixelart más detallado de los videojuegos, su banda sonora nos mete de lleno en la ambientación ochentera… Y, cómo no, su estilo es un calco a las series de la época. Pero, por mucho que el envoltorio sea bonito, si el núcleo es amargo la cosa decae. Y sí, esa es la sensación que nos ha dado este análisis de Beat Cop.