Análisis de Majotori para PC

En este análisis de Majotori os intentaré explicar por qué «narratrivia» es la mejor manera de definirlo. Y no sólo porque Majorariatto, sus creadores, lo hagan así.

Cuando el jefe te dice que te toca hacer el análisis de Majotori y te lo intenta vender con un: «tiene pintaca», empiezas a sudar como si tu vida dependiera de pasarte un Dark Souls a la primera. Tiene «pintaca». Dos simples palabras que retumban en tu cabeza con el más paralizante de los ecos. No sufres por el juego en si, sino porque de alguna manera te vas a arrepentir de haberte ofrecido voluntario. Pero no. Sorpresa. Esta vez ha tocado un juego divertido. Gracias Majorariatto.

¿Que quiénes son Majorariatto? Pues un pequeño estudio español con muchas ganas de hacer juegos que entretengan. Y parece que van por el buen camino. Así que vamos a hablar del juego y de qué es exactamente un «narratrivia». Majotori se nos presenta con el nacimiento de Ava. Una niña que desea muy fuerte ser una princesa. De tanto desearlo se le aparece Lariat, una bruja, y le ofrece cumplir su sueño a cambio de unas preguntas. Y no, no le va a preguntar nada íntimo. Lo único que quiere Lariat es jugar al Trivial.

Pues vaya. Ya me dirás tú que gracia tiene eso. Pues ahí está el gran trabajo de Majorariatto para conseguir darle ritmo al juego. De entrada, cada vez que Lariat aparezca nos hará nueve preguntas. Hablaré más de esto, pero creo que es una buena cantidad para ser divertido.

Lo segundo, como premisa principal, es que de nuestros conocimientos dependerá el futuro de la historia. ¿Por qué? Pues porque Lariat hará girar una ruleta al terminar la tanda con nuestros fallos y aciertos. Si estamos de suerte y se para en un acierto, el desenlace será positivo. Si no, pues no pasará nada bueno.

Que no te engañe su apariencia

Y lo digo en serio. En el preciso instante que la suerte no esté de tu lado te va a quedar clarísimo que lo de parecer infantil acaba ahí. Los finales «malos» son realmente catastróficos para los personajes, rozando la crueldad en algunos casos. No quiero hacer ningún tipo de spoiler, pero la gran mayoría son «pa’ verlos». Sí, he dicho personajes. Aunque empecemos conociendo a Ava en su infancia, serán muchos más los que se crucen con Lariat. Y todos dependen de ti y tus conocimientos.

Sinceramente, lo que más miedo me daba al empezar era el formato de las preguntas y su variedad. Después de varias horas, sólo puedo aplaudir el desarrollo de este aspecto. Lo de más de mil preguntas no es retórica porque aún no he visto ninguna repetida. O, al menos, no me ha dado esa sensación. Pero lo que es aún mejor es que las preguntas molan. De verdad. Son preguntas de cine, videojuegos, anime e incluso de cultura general, pero muy bien planteadas y bien buscadas para todo tipo de jugadores.

El problema ante un juego así es cómo juzgarlo. No se puede hacer un análisis de Majotori valorando su apartado técnico. Pero tampoco se debe pasar por alto y en este caso es evidente que se ha buscado la sencillez por encima de todo. El juego no necesita nada más para su propósito, así que tampoco se le puede culpar por ser así. Incluso, si nos ponemos exquisitos, la música tiene algún que otro detalle muy curioso que se agradece. Y los gráficos, pues ahí están. Simpáticos y coloridos, pero poca cosa más se puede decir de ellos.

En la variedad está el gusto

Había prometido hablar en este análisis de Majotori sobre lo que creo que es el factor decisivo para que sea divertido. Y lo voy a hacer. Después de la publicidad… No, es broma. Este juego no es un concurso de televisión. Es mil veces mejor que eso.

Como ya os he comentado, de que respondas bien a las preguntas depende el futuro de cada uno de los personajes. Y os aseguro que no es nada sencillo. Confieso que en mi caso se suma el profundo desconocimiento del mundillo anime, pero el resto de preguntas tampoco son precisamente fáciles si no estás bastante puesto en los varios temas.

Básicamente hay cuatro categorías: cine, videojuegos, anime y cultura general. Y pueden ir desde cosas tan sencillas como la identidad secreta de Batman hasta recordar el nombre de un personaje secundario de un anime de nombre impronunciable.

También hay alguna pregunta trampa y algunas en las que la deducción te puede salvar. Todo resulta en un equilibrio muy bueno entre verse retado y recompensado por el juego. Además, el hecho de que, tras varias horas de juego, no se repitan las preguntas, es algo muy destacable.

No sabemos nada acerca de futuras actualizaciones o añadidos, pero supongo que sería relativamente fácil para el estudio alargar la vida de Majotori. A mí me parecería una decisión muy acertada, pero supongo que dependerá del recibimiento que tenga el juego. Si me permitís el atrevimiento, yo os lo recomiendo. Tanto para apoyar el producto patrio como por lo divertido que me ha parecido. Incluso os reconozco que estoy picado y estaré jugando hasta que consiga hacer una tanda perfecta. Aunque tenga que esperar a que se repitan las preguntas y aprendérmelas de memoria.