Análisis de Pro Evolution Soccer 2018 para PlayStation 4

Konami ha terminado de coser el desperfecto. El agujero por el que el que perdía todo su consistencia ha sido cerrado por el mejor cirujano posible. No hay herida ni señal de cicatriz. PES 2018 es fantástico.

En la vida ocurre que dos buenos amigos, casi hermanos, acaban por chocar de tal manera que la relación se rompe sin posibilidad de solución. Uno de ellos, para no perder lo que tanto quiere, lo intenta año tras año. «Quizá en esta ocasión quiera estar conmigo», piensa. Pero la otra parte, dolida, no acude a la llamada. Con lágrimas en los ojos y sumo dolor, sigue trabajando la recuperación. Pasito a pasito. Hasta que un buen día, las dos partes se reencuentran y no solo recuerdan lo que antaño les unía, sino que además hacen planes para un maravillo futuro juntos. ¿De qué hablamos? Pues del último Pro Evolution Soccer. Os lo contamos todo en el análisis de PES 2018 para PlayStation 4.

Esta introducción tan ñoña me permite repasar los últimos años del simulador de fútbol de Konami. Su camino ha sido precisamente ese. Fue el rey indiscutible durante muchos años y forjó una amistad inolvidable con los usuarios de consolas y PC. Pero un buen día traicionó  a los usuarios bajando la calidad. Parecía que ya no quería estar con ellos. Se volvió agrio y seleccionaba de mala manera con quien quería estar. Fueron malos tiempos dentro de Konami. Los desarrolladores sabían que tenían que cambiar, pero no encontraban la forma. Año tras año realizaban un nuevo intento, dando lo mejor de sí, pero solo servía para estropear más lo que parecía no tener solución.

Sin embargo, Konami ha trabajado duro para el reencuentro. Ha escuchado a los que eran sus amigos. Sus peticiones eran música para sus oídos. Estaba abiertamente decidido a enmendar todos sus errores y volver a ser aquel amigo del principio. Ya tenía medio camino realizado. El acercamiento del año pasado fue fabuloso, aunque quedaba el recelo en el ambiente. ¿Será verdad o la flor de un día?

Análisis de PES 2018, el reencuentro de grandes amigos

A falta de una respuesta definitiva, a que los jugadores (la parte dolida) podáis catarlo, Pro Evolution Soccer devuelve la magia que ofreció hace mucho tiempo. No solo eso, sino que además nos encontramos ante un juego de fútbol majestuoso que no solo hará las paces con aquellos a los que agravió, sino que formará un nuevo grupo de jugadores que verán con sus ojos lo que significa jugar al fútbol en un simulador de consola.

El que suscribe este análisis de PES 2018 era del grupo de enfadados. Llevo año tras año esperando la mejoría que iba llegando poquito a poquito. En mi corazón sabía que iban por buen camino, aunque no terminaba de adaptar a los que ofrecía. Al menos hasta hace unos días, cuando calló en mi poder un bluray que iba cambiar mi opinión drásticamente.

FIFA ha ocupado mis tardes futboleras en consola desde hace muchos años. No dudo que lo siga haciendo. El juego de este año tiene una pinta brutal, pero PES 2018 va a compartir sin duda muchas de esas horas de vicio. Me he encontrado ante un juego de fútbol en mayúsculas que me ha hecho divertirme con los mandos de una consola como hacía tiempo que no lograba ningún otro título.

Lo primero que hice fue jugar el acostumbrado amistoso contra la máquina (el online no está activado hasta la fecha de lanzamiento). En cuanto los equipos saltaron al campo, MD White contra FC Barcelona (malditas licencias), me di cuenta que estaba observando otro PES. El balón rueda por el campo con una fidelidad a la realidad absoluta. No rasea cuando no tiene que hacerlo, sino que a veces, por la irregularidad del campo, va dando pequeños botes. La física es magnífica. Aunque esto no es algo que supone una novedad. Ya el año pasado se había encontrado un gran equilibrio en esos aspectos.

Análisis de PES 2018, el ritmo del fútbol

Lo que más me ha entusiasmado ha sido el ritmo de los partidos (un punto más lento de velocidad que el año pasado). El jugador es el que fuerza la máquina, o no, según sus necesidades o gusto futbolístico. Si se se quiere jugar un partido pausado, madurando la jugada, PES es perfecto. Ahí tienes lo que pides. El ritmo del juego lo marca el jugador. No la máquina. Otros simuladores te invitan constantemente al ir al ataque con sus rutinas. Pro Evolution Soccer, no.

La inteligencia artificial de los jugadores que no maneja el jugador (los 10 restantes si juega solo) es francamente buena. No suelen molestar la jugada y se ofrecen todo tipo de desmarques y apoyos. Facilita en gran medida el éxito de las jugadas trenzadas. Los porteros, otros grandes perjudicados en anteriores ediciones, ganan nuevas animaciones para parecer personas en lugar de bultos sospechosos.

Otra sorpresa que nos ha preparado Konami es la nueva mecánica para lanzar faltas. Este año desaparece la flecha que indica la dirección y se nos presenta la acción desde un ángulo diferente. Nos va a tocar ensayar un poco para coger el truco al lanzamiento de faltas. Las múltiples opciones de tácticas, jugadas, formaciones y colocación del once dentro del campo sigue igual que siempre, sin apenas cambios. No los necesita.

Continúa el análisis de PES 2018 en la siguiente página.

Análisis de PES 2018, ¿el rebote para el baloncesto?

En todo juego hay que hablar de partes negativas o menos trabajadas. PES 2018 también las tiene por supuesto. Lo que más lastra la jugabilidad es la introducción de masivos rebotes (en ocasiones). No es que lo rebotes sean malos, existen en el fútbol real y su añadido es de agradecer, pero los futbolistas virtuales no parecen enterarse de lo que ocurre en el terreno de juego cada vez que ocurre uno. Cuando sucede un rebote, los jugadores parecen postes: no intentan coger la pelota, no se mueven coordinados y aparentan quedarse pensativos, como negando con la cabeza lo que acaba de ocurrir. Quizá una actualización solucione este pequeño inconveniente en el futuro.

Una novedad introducida en PES 2018 es una segunda flecha de indicación de jugador. Esta sirve para señalar a qué jugador podremos controlar si cambiamos en ese momento con el botón de cambio. En la cabeza del futbolista que controlamos, ya sabéis, se encuentra un pequeño triángulo que señala a quién manejamos. Ahora habrá un segundo (transparente) a la hora de defender que indicará a quién pasará el foco si cambiamos de futbolista seleccionado. Muy útil.

El online para otro momento

Los modos de juego también se han beneficiado de una gran mejora en los últimos años. A los ya habituales modos amistosos, ligas, competiciones, etc. se le ha unido Myclub, en los últimos años, y en PES 2018 debuta los partidos cooperativos. Estos podrán ser dos contra dos o tres contra tres y se va a convertir en una de las opciones más divertidas del multijugador. Si no hay seis personas (o cuatro) la consola ocupará el puesto del resto, pero lo bueno es que los jugadores podrán juntarse para disputar unos geniales cooperativos que a su vez serán competitivos. Obviamente, un equipo contra otro ya tiene parte de rivalidad, pero es que hasta los propios compañeros lucharán por tener las mejores estadísticas.

Lamentablemente, como ya hemos apuntado, el online no estaba activo, por lo que nos hemos quedado con (muchas) ganas de probar MyClub y la respuesta de los servidores de Konami, nunca lo suficientemente buenos. En cuanto tengamos la posibilidad de jugar los primeros partidos en línea os lo contaremos en la web.

Llegamos a lo que muchos de vosotros estáis esperando. Los gráficos es lo que hace que un juego entre por los ojos. Da igual que sea una patata, si tiene gráficos maravillosos, el juego es catalogado como bueno. Obviamente, esto no puede ser, ni es así. No obstante, PES 2018 cuenta con unos gráficos muy cuidados y sorprende la calidad de los rostros de los futbolistas más conocidos. Aunque también es cierto que hay modelos, como el propio Cristiano Ronaldo o Marcelo, que aunque se ve que son ellos, tienen algo en la cara que resulta bastante inquietante. Todos los futbolistas, sin excepción, tienen ese lado macabro cuando sonríen o gesticulan. Es curioso ver el magnífico modelo recreado cuando no abren la boca y lo cantoso que resulta cuando separan sus labios.

Análisis de PES 2018, ¡malditas licencias!

La iluminación en los estadios, el césped y los futbolistas en sí están muy bien llevados al terreno virtual. Un trabajo más que notable. Sin embargo, todavía restan problemas que solucionar, como una camiseta muy rígida y un pelo igualmente de cartón piedra. Carece de movimiento y algunos jugadores con pelo muy frondoso, Marcelo o Griezmann, dan el cante por su acusada falta de realismo. Konami se ha centrado en mejorar la experiencia de juego, por lo que estos detalles son fácilmente perdonables.

Al igual que la falta de licencias. La compañía japonesa perdió el año pasado gran parte de las licencias de los equipos europeos y volvió a verse curiosos nombres y de complicada identificación. Afortunadamente, los jugadores se mantienen con su nombre real, y existe la posibilidad de utilizar el maravilloso editor incluido. Los usuarios de PlayStation 4 tienen además la facilidad de importar ficheros de la comunidad con los equipos tal y como tenían que ser.

Análisis de PES 2018, añorando a Iñaki

Llegamos al peor momento del análisis de PES 2018. Aquí tengo que ponerme particularmente serio porque ya son muchos años que se arrastra esta situación. Poco después de que mi admirado compañero Iñaki Cano dejara de estar a los mandos de los comentarios. La narración en español de Pro Evolution Soccer sigue siendo una broma de mal gusto.

No sé el motivo por el que ocurre, pero me da mucha pena comprobar que en inglés no sucede. Carlos Martínez y Julio Maldonado ‘Maldini’ son magníficos en su trabajo. Llevan años siendo referencia de las retransmisiones televisivas y radiofónicas. La voz de Martínez está asociada a la marca Plus y Maldini es un tipo que todo lo sabe en el fútbol. Ambos son enormes profesionales, por lo que escucharlos en el juego da vergüenza. Seguimos con los gritos en jugadas en las que no ha sucedido nada reseñable. Seguimos con pausas entre frases. Continuamos con una concatenación de primaria y con las «genialidades» en cada gol que se marca. Y seguimos con la sensación de que están narrando otro partido. No puede ser que estén cantando penalti en una falta en el centro del campo.

Análisis de PES 2018, conclusiones

PES 2018 va a dar mucha guerra este año. El trabajo de Konami se nota en un portento futbolístico que alegrará a los jugadores que se vuelvan a acercar a ese amigo que perdieron. Lo bueno de las discusiones entre amigos es que la reconciliación, cuando llega, es tan espectacular que se mezclan sensaciones del pasado con los planes futuros.

Además, PES 2018 también gustará enormemente a todos aquellos que le den una oportunidad por primera vez. O aquellos que solo jugaron a los títulos de la época oscura. El futuro de Pro Evolution Soccer luce brillante si sigue esta senda. Da la impresión, ahora que está a punto de llegar a las tiendas, de que puede ser un FIFA 12 para Konami: el juego que vuelva a dar la vuelta a la tortilla. EA Sports confía mucho en su juego, no es para menos, pero su rival ya no está dos pasos por detrás, está a su misma altura o…