Videojuegos

Análisis de Robothorium para Nintendo Switch

¡Mazmorras espaciales! ¡Dilemas morales! Todo esto y mucho más en nuestro análisis de Robothorium para Nintendo Switch.

El auge de los rogue-lite durante los últimos años ha sido más que evidente. Sin embargo, si hay uno que se ha hecho con un nombre propio ha sido el oscuro y malvado Darkest Dungeon. Cuanto hemos sufrido, cuánta cordura hemos perdido y, probablemente, cuantos teclados y ratones han sido destruidos por culpa del juego. ¡Pero qué bien nos lo pasábamos! Hoy, el juego de Goblinz Studio quiere conseguir un trozo de este pastel, pero los robots no tienen tanto carisma como el medievo. Descubre por qué en nuestro análisis de Robothorium para Nintendo Switch.

Los humanos somos muy cómodos y si podemos conseguir que alguien (o algo) haga lo que sea por nosotros estaremos todavía mejor. Pero, ojo cuidado con que quieran derechos. Los robots, durante años siendo esclavizados por los humanos, quieren sus propios derechos pero los humanos no están por la labor. Varios clanes con distintos ideales han sido creados para defender a los entes mecánicos pero, ¿cuál saldrá victorioso? ¿Una tregua robótica con los humanos o una tiranía mecánica?

2B or not 2B… Perdón, juego equivocado

Uno de los puntos más interesantes de Robothorium es que nuestras decisiones afectan activamente a estas facciones del juego. Tendremos cinco de ellas y durante la primera misión nos encontraremos con una decisión básica: ¿matar a los humanos o dejarlos libres? Asimov estaría orgulloso de mí por haber elegido dejarlos en paz y no violar una de las leyes de la robótica, sin embargo, el líder de una de las facciones no se mostró tan contento con mi decisión. Pero me gustó que desde el momento en el que elegí una de las opciones sufriese las consecuencias.

Por un momento, sentí curiosidad por saber que me depararía la historia si hubiese tomado el camino de la tiranía. Por desgracia, a medida que iba superando las misiones me estaba encontrando con el peor enemigo de la humanidad: el tedio. La gran mayoría de las misiones eran iguales y no tenían la chispa ni el riesgo que otros juegos, como el ya mencionado Darkest Dungeon, tienen. A pesar que cada habitación tiene distintos peligros (radar de enemigos, alarmas que atraen más enemigos o torretas que pueden causar estados alterados a nuestros personajes), son fácilmente hackeables y las consecuencias no son muy alarmantes.

Los estados alterados no suponen una gran perdida y los encuentros con los enemigos son carne para conseguir más experiencia. Y los combates son otros de los problemas por varios factores. Uno de ellos es la intensidad. La escasez de efectos visuales hace que tengamos la sensación de estar viendo un pase de diapositivas mientras que los enemigos nos atacan y nunca llegan a ser un verdadero riesgo. Algo que sí me ha gustado de los combates es la barra de sobrecalentamiento, mecánica que impide que explotemos las habilidades más poderosas de cada uno de los personajes y nos obligue a utilizar el arma básica para refrigerar.

Montañas rusas que sienten envidia por esta curva de dificultad

El segundo problema ha sido la dificultad artificial con la que el juego me golpeó en la cara al conseguir todos los miembros del equipo. Por algún motivo, una vez llegué a tenerlos a todos, la dificultad subió y los enemigos no paraban de realizar combos y atacar con sus mejores habilidades sin descanso consiguiendo eliminar a varios de los miembros del equipo a la vez. Esto, por suerte, se puede subsanar con la equipación que conseguiremos cada vez que terminemos un combate o acabemos una misión. Pero lo que debería ser una tarea simple se convierte en toda una tarea hercúlea, al menos, en su versión de Switch.

Cada vez que entramos al menú hay un pequeño parón de varios segundos que, al principio, me hicieron pensar que el juego se había colgado. Una vez entremos al menú, todo se ve tan pequeño que en más de una ocasión no sabía donde estaba el cursor, haciéndome volver a la pantalla principal. Todo esto se podía haber evitado haciendo más pestañas sin tener que volcar toda la información en una única pantalla.

Por suerte, el juego tiene un buen número de opciones de personalización empezando por los personajes disponibles para unirlos al grupo. Cada uno de los robots que tenemos a nuestra disposición corresponde a un rol muy concreto, así que tendremos uno especializado en reducir el daño recibido mientras que otro de ellos se dedicará a curar a las unidades. Otros, obviamente, tendrán un daño más focalizado a un enemigo mientras que algunas unidades se encargarán de hacerlo más disperso a todo el grupo. Además, podremos vender los robots que usemos y comprar nuevos por si no estamos contentos con su desempeño.

Un rendimiento muy poco estable

Visualmente, a pesar que todos los personajes principales que tenemos a nuestra disposición son únicos y fácilmente reconocibles, los escenarios son otro de los problemas del juego. Todos resultan increíblemente repetitivos y faltos de detalles, decepcionantemente planos y no logran mejorar en ningún momento. Es una verdadera lástima que un juego con esta temática no haya podido disfrutar de una mayor variedad más que pasillos prístinos que resultan idénticos en cada una de sus pantallas.

La banda sonora es un poco más de lo mismo en este campo. Tenemos una música de fondo como si fuese el hilo musical de un ascensor que nos acompañara durante toda la aventura y, por mucho esfuerzo que haga, no soy posible de recordar ninguno de sus tonos. Ni siquiera el tema de combate, que suele ser uno de los más movidos, aparece en mis recuerdos cercanos. Las voces son inexistentes (¿os acordáis del magnífico narrador de Darkest Dungeon?) y los efectos de sonido cumplen sin más con su cometido.

CONCLUSIONES DEL ANÁLISIS DE ROBOTHORIUM

Robothorium parte de una premisa muy prometedora que acaba perdiéndose en un mar de malas decisiones de diseño y de, por lo general, una falta de cuidado alarmante en muchos aspectos. Es divertido y bastante adictivo pero, a la larga, no puedes evitar pensar en todo lo que podía haber sido… Y en todo lo que otros juegos son.

Diversión
6
Jugabilidad/Sistema de combate
5
Sonido
5
Gráficos
4
Nota de lectores0 Votos
0
POSITIVOS
Decisiones morales constantes
Interesante premisa
NEGATIVOS
Inexpicable, injusta y elevadísima curva de dificultad
Los escenarios se hacen muy repetitivos
No anima a explorar con distintas combinaciones de robots
5
Xavi Martínez

30. Filólogo inglés, traductor, kendoka y posible homersexual. Mi género favorito son los juegos de rol (malos, buenos, occidentales, orientales…) y puedo llegar hasta completarlo varias veces. Me encantaría vivir en el mundo de Dark Souls o de Dragon Age, al lado de Toro de Hierro.

Entradas recientes

Tráiler de DRAGON BALL: Sparking! ZERO el 29 de enero

Son Goku y Vegeta serán los protagonistas del próximo tráiler de DRAGON BALL: Sparking! ZERO.…

4 meses hace

Devil Jin muestra todo su potencial en Tekken 8 con un nuevo tráiler

Devil Jin en Tekken 8 es el último personaje de la plantilla inicial en mostrar…

4 meses hace

Análisis de Like a Dragon: Infinite Wealth en PlayStation 5

La nueva entrega de Yakuza se llama Like a Dragon: Infinite Wealth. Regresan las locuras…

4 meses hace

Toda la espectacularidad de TEKKEN 8 en su tráiler de lanzamiento

Bandai Namco publica el tráiler de lanzamiento de Tekken 8, próximo videojuego de la mítica…

4 meses hace

Manga Dragon Ball Super 101 disponible en español

Llega el manga Dragon Ball Super 101 en el que tenemos más historia de los…

4 meses hace

Wordle 742, con tildes 689 y científico 676 del 18 de enero de 2024

Disponibles los Wordle del 18 de enero de 2024. Pistas y solución del Wordle 742,…

4 meses hace

Esta web usa cookies.