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Análisis de The Falconeer para Xbox Series X, volando voy, volando vengo vengo

Los viajes por aire pueden ser placenteros y maravillosos, pero en este análisis de The Falconeer veréis que también pueden ser muy aburridos y repetitivos.

Hay juegos que entran por la vista. Otros por el sonido y otros por la nostalgia. En este caso hablamos de uno que encaja perfectamente en el primero de los tipos. Sin embargo, como os comentamos hoy en el análisis de The Falconeer, las cosas bonitas no siempre son divertidas. Y por desgracia nos encontramos ante un título que sigue este patrón.

El juego que llega a todas las Xbox y a PC nos presenta un mundo amplio, bonito y pintoresco que tendremos que sobrevolar para descubrir y cumplir misiones. Sin embargo a poco que hagamos dos misiones tras el tutorial (mal explicado, por cierto), veremos que la diversidad brilla por su ausencia. 

Ahora entraremos en profundidad en el juego pero, como os decimos, si pensabais que esto era un The Legend of Zelda: Breath of the Wild pero con pajaritos, la verdad es que vais a acabar muy decepcionados.

Volando voy, volando vengo y por el camino yo me entretengo

The Falconeer va de volar y de ir de un sitio a otro. Hasta aquí todos estaremos de acuerdo. La excusa es que somos un piloto de halcón y tendremos que ayudar a proteger lo que queda de nuestro imperio. Para ello podremos recorrer todo un enorme mapeado que consiste en un océano lleno de pequeñas islas que podremos explorar.

En este mundo tan acuático encontraremos santuarios, asentamientos, ciudades, fortificaciones o zonas de recursos donde podremos «interactuar» con sus habitantes para mejorar nuestro equipamiento y subir de nivel y esas cosas que ahora se llaman «sistema RPG». También nos encontraremos con muchos cambios meteorológicos allá por donde vayamos. Tendremos que atravesar tormentas, corrientes de aire o zonas de calma chicha mientras el día y la noche avanzan.

Todo este conjunto nos da como resultado algo muy pintoresco y bonito. Y realmente es uno de los grandes puntos fuertes del juego. Como he dicho antes, podría parecer que estamos ante un Breath of the Wild de los aires. Tenemos un mundo amplio y que no está bloqueado por nada, localizaciones a explorar e interacción con los habitantes del mismo. Sin embargo, lo que funciona bien durante los primeros compases del juego se acaba volviendo tedioso y repetitivo en poco tiempo. 

Poca variedad

The Falconeer va de volar. Sí. Pero también va de combatir en el aire y de mejorar a nuestro jinete y nuestra montura. Sin embargo, la propuesta que nos hacen los desarrolladores para hacerlo es a base de una especie de farmeo repetitivo y continuo. Las misiones que nos irán proponiendo los habitantes de las fortalezas, minas o ciudades serán básicas y poco imaginativas. Ir de un lado a otro, recoger un paquete del mar o eliminar a algunos piratas. Como digo, siempre bajo el mismo esquema.

Tras dos o tres misiones iguales empezaremos a entender que el juego va a ir de hacer eso una y otra vez. Y claro, pese a que hay sitios bonitos y un mapa grande que explorar, si la jugabilidad no acompaña la cosa se hace tediosa.

Podríamos decir que la maniobrabilidad que nos da nuestra montura y lo que podemos hacer en el aire es también motivador… pero nada más lejos de la realidad. Los movimientos que podemos realizar en el aire son bastante escasitos y las armas y maniobras de ataque se quedan muy pero que muy cortas. Sí que es cierto que podemos mejorar algunas cosas con la subida de niveles, por así decirlo. Pero es tan lenta que al final acaba siendo también tediosa.

Si a esto le sumamos un tutorial realmente nefasto a la hora de explicar los comandos básicos y una historia contada de una forma que no termina de engancharnos, el resultado es un juego anodino. Bonito, desde luego, pero anodino.

Desconectado de la historia

The Falconeer va de volar y de algo más. Creo recordar que hay una historia de fondo que nos va llevando más o menos por situaciones que, en alguna ocasión, son realmente épicas. Sin embargo, la forma de contarlo y la interacción que hay con el mundo ponen muy difícil que conectemos con ella.

Cuando llegamos a una ciudad, asentamiento o fortaleza, podremos aterrizar en ella y hablar con algunos de los habitantes. Esto se hará siempre a base de pequeños menús ya que nuestra vista nunca se separará del halcón o montura que tengamos. Al principio muchos de los lugares nos estarán vetados por varios motivos. Confianza, falta de recursos, etc. Cualquier excusa es válida para hacernos ir a otro lado a mendigar misiones.

Al final, cuando aceptas alguna, los detalles de la misma son escuetos y aparecen brevemente en conversaciones que ocurren mientras volamos. Esto hace que muchas veces perdamos un poco lo que está ocurriendo y lo que nos dicen ya que tenemos que estar pendientes de lo que nos ataca o lo que tenemos que coger. Y ya os aviso que hace falta mucha práctica para poder conseguir hacer algo de forma decente.

Esta combinación de desafortunadas decisiones hace que al final no entendamos bien la historia y que el mundo que tenemos bajo los pies no sea interesante. La falta de retos más allá de derrotar a enemigos para acceder a según qué zonas también hace que la exploración se quede muy lejos de ser satisfactoria.

Al final, en definitiva, estamos ante un mundo muy bonito pero que, por desgracia, nos es ajeno completamente.

Conclusiones del análisis de The Falconeer

The Falconeer va de volar. Y poco más. Sí, tiene RPG, tiene combates y tiene historia, pero todo queda muy abandonado o disperso por la forma en la que está implementado. Es un juego precioso, no lo puedo negar, y la forma de recargar munición y de hacer algunas maniobras es interesante.

Pero cuando llevas una hora jugando ves que el juego no ofrece más de sí. Nada más que no sea ir hacia los sitios que no has visitado, coger un par de misiones que son igual que las anteriores y leer cuando toque historia.

Por desgracia, algo que prometía bastante más se queda en un juego de lanzamiento que es bonito y poco más. Una lástima ya que esperaba bastante más de él.

Análisis de The Falconeer para Xbox Series X, volando voy, volando vengo vengo
Nos gusta
Visualmente es muy bonito
Los escenarios y la forma de recargar son llamativas
Puede mejorar
Repetitivo
Monótono
Simple
¿He dicho repetitivo?
6
Manu Mora

Friki de GuiltyBit. Colaborador, padre y fan incondicional de Sonic, todo al mismo nivel. ¡Ah! Y maestro absoluto del látigo, aunque ya no lo use mucho.

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