Bit’em Up (XXII): Snow Bros.

A cualquiera que le hables hoy en día sobre los hermanos Nieve no podría evitar pensar en la exitosa saga literaria y televisiva de Juego de Tronos, pero hace bastante años, oír ese nombre sólo podía hacerte pensar en uno de los arcades más sencillos, directos y divertidos que jamás se haya podido jugar, Snow Bros.

El nombre del juego, que también es el nombre de los personajes, nos da una pequeña pinta del eje central del juego, la nieve. Y es que nuestros dos personajes principales son una especie de muñequitos de nieve con poderes especiales. El aspecto que lucirán es muy típico de los 80 (esta máquina fue publicada en 1990), y a mi parecer demasiado inspirado en Super Mario Bros., ya que ambos personajes van vestidos con petos, azul el personaje principal y rojo el secundario. Además de esto también llevarán un sombrero de tipo árabe. No pegaba mucho con el resto de la ambientación, pero lo llevaban.
Los escenarios tienen una ambientación bastante variada que irá cambiando según vayamos avanzando y superando cada “mundo”. A pesar de ello hay un detalle común a todos los escenarios. Sobre todas las plataformas de todos los niveles hay nieve acumulada, como si acabara de terminar de nevar.

Los gráficos son sumamente simples. Diseñados en 2D con un pequeño toque de dibujo animado. Simple pero efectivo. Es precisamente esa estética que le brinda un aspecto infantiloide o super-deformed tan característico en muchos juegos y muy efectivo en arcades de plataformas.
Esta estética es compartida tanto por los protagonistas como por los enemigos que deberemos derrotar. La variedad de estos es bastante amplia aunque con un punto en común casi todos ellos, un aire japonés. En mayor o menor medida todos los enemigos parecen sacados del folclore japonés. Ranas escupe fuego, demonios, duendes, dragones, ladrones japoneses, ninjas rechonchos, bestias corredoras… y aunque cada uno de ellos tiene una habilidad distinta, habrá bastantes que saben cual es nuestro principal punto débil, el fuego.
Lo que sí que tienen en común todos los enemigos es la forma de caer derrotados. Nuestra habilidad es la de lanzar nieve, y así deberemos derrotarlos. Al lanzar nieve sobre un enemigo se irá acumulando sobre él hasta convertirlo en una bola de nieve. Si no hacemos nada más la nieve se terminará deshaciendo y el enemigo seguirá haciendo de las suyas. En cuanto convertimos a un enemigo en bola de nieve debemos empujarlo para que salga rodando por el escenario y termine cayendo derrotado.
Con esta habilidad debemos intentar ser lo más habilidosos posibles a la hora de derrotar a la mayor cantidad de enemigos. Por ejemplo, recibiremos una mayor cantidad de puntos si derrotamos a todos los enemigos de la pantalla con una única bola de nieve. También existen otras combinaciones como convertir en bola de nieve a dos enemigos cercanos y lanzar cada uno de ellos hacia un lado y que vayan derrotando enemigos hasta que se choquen entre ellas… todo dependerá de nuestra habilidad, de la disposición de los enemigos y del diseño de las plataformas de cada escenario.
Los final-bosses que nos encontraremos durante el juego no se pueden derrotar directamente. Durante el enfrentamiento, o los lanzarán ellos o irán apareciendo enemigos de tamaño normal, deberemos convertirlos en bolas de nieve y lanzarlos contra el final-boss, de ese modo le iremos restando puntos de vida.

Para ayudarnos durante nuestra odisea podremos ir recolectando distintos tipos de items que potenciarán nuestro poder, la mayoría de ellos bajo la forma de pociones, las cuales nos permitirán desplazarnos más rápido, mejorar nuestra potencia de fuego (lanzar nieve más rápido) e incrementar la distancia de tiro de la nieve. Hay una cuarta pócima, menos común, que nos convertirá en una especie de Super Snow Bros. siendo invulnerables durante un periodo de tiempo, pudiendo volar y derrotando a los enemigos con nuestro mero contacto.
Además de las pociones, ciertos enemigos al caer derrotados dejarán caer una letra, si conseguimos reunir la palabra SNOWBROS, ganaremos una vida extra.

Como véis, fórmula arcade 100% simple y directa, pero de las más adictivas que podáis encontrar. Me atrevo a afirmar que esta habrá sido de las recreativas que habrán tenido mayores recaudaciones, y seguro que como yo, muchos de vosotros habéis contribuido a ello culpables.