Crítica de Dragon Ball Super 98

Dragon Ball Super 98 nos lleva por un recorrido bastante entretenido. Sobre todo porque es pasar de la euforia a la desesperación en cuestión de segundos.

El torneo de fuerza ha empezado con ganas. El segundo episodio que no smuestra el combate en sí ha acabado con un final inesperado… y cruel. Junto a la buena animación que tiene y a la «presentación» de Goku y Vegeta, Dragon Ball Super 98 posiblemente sea el último episodio en el que veamos pelear a los saiyans más fuertes hasta dentro de un tiempo.

Básicamente este episodio ha servido para eso y para enseñarnos alguna que otra cosilla acerca del trasfondo de la trama.

Un combate sin interés alguno

Dragon Ball Super 98 es un episodio que nos trae un combate insulso. Goku y Vegeta contra todo el universo 9. Quizás si en el torneo de prueba no nos hubiesen dicho que los hombres lobo eran los más fuertes, podría haber habido algo interesante. Pero sabiendo eso, era fácil suponer que el resto de participantes eran de relleno. Y es que alguno de ellos incluso no lucha.

Por desgracia para nosotros, con la excusa de «guardar energía para el final», los saiyans deciden no hacer uso de su transformación más poderosa. Y aunque parece algo lógico, es algo que empieza a estar algo trillado y que solo sirve para alargar episodios como este.

Otro punto negativo y, sobre todo, cansino, es el puñetero Kaioshin del Universo 9. ¿Es que nadie es capaz de cerrarle la boca a ese tío? Entiendo que quieren ponerlo como alguien sobre el que enfocar nuestra ira pero esto ha sido pasarse.

Aún así, la animación es interesante y hemos visto un par de técnicas nuevas, como la barrera, fruto de la cabecita pensante de Gohan.

El final del combate también es bastante interesante. Sobre todo porque en contra de todo pronóstico, Goku y Vegeta trabajan en equipo. Sin embargo, que alguien me explique una cosa. Si transformarse en Super Saiyan Blue consume demasiada energía y no quieren usar esa forma antes de tiempo ¿para qué narices la usan en su ataque final si con uno normal les habría sido suficiente?

No hay quien entienda a estos saiyans.

El desenlace del combate

Como os dije antes, además de ver una pelea insulsa (aunque con buena animación) Dragon Ball Super 98 nos ha dejado un par de cosas interesantes.

Para empezar, ha sabido trasladar un momento de acción y de víctoria, mezclado con un poco de humor, a otro de desesperación y miedo. Es el momento final en el que los Zeno-sama destruyen por completo el universo 9 cuando sus 10 guerreros caen.

El momento de desesperación de los guerreros y los dioses ante ese momento es brutal. Yo, desde luego, no me lo esperaba. En mi cabeza pensante estaba la posibilidad de que estos universos fuesen destruidos al final del torneo, no durante el mismo.

El contrapunto es que este momento hace ver a Goku que no todo es tan bonito como él tenía en su cabeza. Posiblemente esperase convencer a Zeno-sama de que no hiciese eso con los universos. O simplemente ni lo pensaba. Pero hay guerreros en otros universos que no quiere que desaparezcan. Incluso Vegeta. ¿Qué ocurrirá cuando universos como el 6 se enfrenten a esta situación?

Una de las posibilidades que barajaba era que quedase algún guerrero de cada universo en pie y que de esta forma se salvasen o algo así. Pero parece que eso se acabó. La otra posibilidad es que usando el poder de las Super Dragon Balls, el ganador restaure todos los universos.

Visto lo visto, es la que tiene más posibilidades…

¿Quién es el verdadero malo?

Ya hemos hablado varias veces acerca del papel de Goku como antagonista en Dragon Ball Super. Es el que ha causado todo esto, por mucho que Zeno ya lo tuviese pensado. Si embargo… ¿vosotros veis capaz a Zen-chan de hacer esto? O mejor dicho, más que de hacerlo (que es capaz), de pensarlo.

El episodio de hoy nos ha dejado dos imágenes bastante desconcertantes. La primera de ellas es la del ángel del universo 9 cuando sus compañeros desaparecen. El individuo, que de por sí tiene una cara «partible», sonríe cuando esto pasa. Vale, sí, yo también me alegraría de que el pesado del Kaioshin desapareciese. Pero no así.

¿Lo quería? ¿Lo buscaba? ¿Es parte de un plan mayor? Es algo que nos tiene intrigados. Por mucho que el ángel no sea destruido con su universo, no hace que se alegre por ello. Wiss, por ejemplo, está bastante más serio que de costumbre. Y eso no le da a uno tranquilidad.

La otra imagen es la del Gran Sacerdote mirando a Goku cuando el universo 9 desaparece. No es que sea particularmente llamativa, pero sí siniestra. Ya sabéis que hay muchas teorías que apuntan a que es él el malo de todo este complot. Él solo o quizás junto con algún que otro ángel. Y la verdad es que encaja perfectamente en el papel.

Está cerca de Zeno, es fuerte y además, bastante inteligente. Y tiene acceso al poder de destrucción de su «amo», que se comporta como un niño. Ideal de la muerte, vaya.

¿Será él el verdadero enemigo a batir en Dragon Ball Super? Sea él o no, lo que es evidente es que el torneo no será el final de todo. Habrá algo más. Complots, misterios, piques entre dioses…. Leñes, que incluso Freezer quiere asaltar con su poder a algunos dioses de la destrucción, como Bills.

El resto del equipo

Como dije al principio de la crítica, posiblemente esta será la última vez que nos centremos en Goku y/o Vegeta en un tiempo. Lo más seguro es que, a partir de ahora, vayamos pasando por los distintos protagonistas del torneo uno a uno para verlos pelear.

Hablo del universo 7, por supuesto, pero también de otros. Krilin y A18 parece que serán los primeros en tener su minuto de gloria. Pero no van a ser los únicos.

Seguramente tengamos episodios con los saiyans del universo 7 y quién sabe si alguna que otra alianza Goku-Hit. No sé por qué, lo veo bastante probable.

También tendremos que ver a Gohan pelear junto a Piccolo, y descubrir qué narices pinta Ten Shin Han en el torneo. Yo, a estas alturas de la vida, sigo sin saberlo.

¿Hacemos una porra para saber quién caerá primero del Universo 6?