El camino de la prensa del videojuego o qué le pasa al mundo

Nos encontramos ante una época de cambios y de desgaste general. Como es evidente, ni los videojuegos se salvan de esta situación. Pero en ocasiones lo ridículo roza el límite, y eso es algo que toca comentar.

Estaba yo leyendo lo que decían las numerosas cuentas que sigo en Twitter y curiosamente no encontraba nada llamativo. En estos casos, lo que suelo hacer es mirar webs vecinas para ver que se cuece por el panorama. No suelo centrarme en cosas concretas, voy ojeando cual turista en una tienda de recuerdos. Tal vez encuentro algún análisis que te introduce con un texto pomposo que no encaja con el juego en cuestión. O me voy al panorama americano y me encuentro con que matar monstruos pixelados revuelve estómagos. Y claro, yo entonces tengo que coger y decir: ¿hasta qué punto estamos llegando?

Aburrimiento en ‘Kotas’ altas

La guinda del esperpento no reside en críticas pedantes. Tampoco en que el ser vegano te impida jugar a ciertos juegos. El problema reside en su mayoría en que la prensa de los juegovídeos no tiene ni idea de a dónde ir. Esto puede chocar un poco a algunos,  ya que generalizo, pero la realidad está afectando mucho más a las viejas glorias que a las nuevas promesas. Me refiero claramente a los longevos perros de Kotaku.

Todo esto ha nacido de este exto que, al igual que esta reflexión que hago ahora mismo, sinceramente, no cumple ninguna función más allá de soltar palabras insulsas. Para los no duchos en la lengua de la Reina Madre, aclaro de qué va la cosa. En este pequeño ensayo se podría apreciar que por el simple hecho de haber madurado, la redactora del texto no es capaz de disfrutar del remake de Burnout Paradise. Esto podría ser completamente lógico y comprensible, ya que alude a lo de cambiar de gustos a lo largo de su vida lo cual está muy bien. Pero claro, esto que acabo de decir es la versión idílica de ese texto. La realidad es mucho más ridícula.

Sentimientos virtuales

Antes de mi siguiente carrera, me paré en un semáforo en rojo. ¿Qué me pasaba? Estaba segura de que podría destrozar otro coche en Burnout Paradise Remastered. […] Momentos antes de estrellarme contra mi oponente, solté el joystick. No pude hacerlo.

Esto que acabáis de leer son las palabras traducidas de la persona encargada de dar vida al texto de Burnout. Si necesitáis más contexto, la muchacha al parecer no puede disfrutar del juego porque posee un coche en la vida real. No, no le déis golpes a la pared, ahorrad fuerzas.

Si vamos a hablar sobre esto, tengo que hacer mención a un tweet de un amigo desarrollador brasileño que comentó sobre este artículo con la siguiente frase:

El tener algo en la vida real que sea similar a algo que existe en un videojuego no hace por ende que no podamos disfrutarlo. O lo que es lo mismo: tener coche no te hace tener que conducir con precaución en un maldito juego de destrozar coches. Es como estar jugando a un Call of Duty y no disparar a nadie porque tu padre fue a la mili. ¿Comprendéis la idiotez del argumento?

Y la cosa no acaba ahí, para nada. Al final de todo llega a la conclusión de que va a descargarse el American Truck Simulator para disfrutar de la conducción. Hija de mi vida, si te gusta conducir y nada más, ¡escribe un texto sobre el Truck Simulator! O que cojones: si quieres hacer una opinión de lo que quieras hazla interesante al menos. La gente lee eso y lo único que consigues provocarle es duda y mala leche (sobre todo si lo publicas en Internet).

Reinventarse y morir

Y he aquí el tema al que quería llegar: la prensa del videojuego se muere. ¿A quién se supone que quieres entretener con ese texto? ¿En serio crees que es de vital importancia decir que te da cringe escuchar el ruido realista del metal siendo rayado? Si quieres hacer una reflexión interesante sobre que ya no te divierte chocarte con coches, hazla. Pero si en cambio me dices que ahora te has vuelto prudente conduciendo jugando al Burnout, a ti directamente no te gustan los videojuegos.

Y luego claro, están las webs que hacen cosas diferentes pero llevándolas a un terreno simplemente idiótico. Hablo de USGamer y su opinión sobre Monster Hunter World. Aquí el caballero en cuestión se dedica a ofrecernos su particular punto de vista. Siendo como es él un SuperVegano Forma Perfecta Ultra Instinto, le causa repugnancia el tener que matar monstruos carnívoros. Que por cierto ojo, muchos de ellos se dedican a destrozar el ecosistema. Literalmente en el 4 Ultimate tenemos a uno que segrega un virus cuasi letal para todas las especies. Pero claro, es mucho más importante tener en cuenta las vidas de polígonos en forma de dinosaurio con mala leche. Pero retomemos al tema ya dispuesto.

¿Por qué se muere la prensa? Porque no nos molestamos en pensar contenido interesante. O mejor dicho: no nos molestamos en pensar antes de escribir. Si cojo un día y me digo a mí mismo «joder, no disfruto del Dragon Ball por el racismo hacia los androides» seguido de crear una opinión sobre ello, mal voy. Y no solo yo, ya que muchos miembros de la prensa norteamericana (y de la española también, pero no digo nombres porque me recuerdan a París) funcionan así.

Mucho vídeo poca letra

Cada vez el ambiente está mucho más desgastado, y tenemos que tirar de otros medios para escuchar cosas interesantes sobre juegos. YouTube es un buen lugar para encontrar esto, pero es triste que las palabras escritas se mueran por tonterías así. ¿Queréis una solución de verdad? Dejad el clickbait y las gilipolleces para ganar visitas, ¡se supone que queréis ser serios! Preguntad a la gente qué quiere leer, o qué le parecería interesante que un medio tratase. Y a fin de cuentas ¡estamos hablando de putos videojuegos! ¿Por qué tenemos que ser medios serios? ¿No se supone que esta forma de entretenimiento sirve para divertirse?

No estoy hablando de que no puedan existir artículos serios sobre desarrolladores y lo mal que lo pasan a veces. Pero por favor, si eres redactor de una web de juegos y tu motivación es ganar visitas en vez de entretener, te vas a un periódico. Y por supuesto, si usas un análisis o un artículo de opinión para hablar de lo mucho que te gusta conducir a 20 o el no comer nada que proyecte sombra, vete a Twitter.