Todo el que haya jugado a cualquiera de las dos entregas de The Evil Within sabrá que el bueno de Sebastián Castellanos tiene unos cacaos mentales importantes. Según nos quiere hacer ver el juego, todos estos traumas se deben al pasado de Sebas. No es de extrañar, pues le ha pasado de todo: perdió a su hija en un incendio, su mujer desapareció y quedó atrapado en la mente de un psicópata asesino, entre otras cosas. Al menos eso es lo que nos cuenta la versión oficial, pero en GuiltyBit hemos indagado un poco y, tras una entrevista con Sebastián Castellanos, hemos averiguado la verdad. A continuación te contamos los cinco peores traumas y experiencias del guaperas de Sebas.
Como todos hemos visto durante el desarrollo del primer Evil Within, son varias las ocasiones en las que Sebastián se ve en apuros dentro de un ascensor. Tanto es así que, al llegar al final del juego jura lo siguiente: “si salgo vivo de esta no me vuelvo a subir a un ascensor”. Al escuchar esto todos creímos que esta aversión a las cajas metálicas ascendentes se debía a lo ocurrido durante la aventura. Pues no, según nos reveló el propio Sebastián durante la entrevista, esta fobia viene de mucho antes.
P: ¿Cuál es la verdadera razón de su fobia a los ascensores, señor Castellanos?
S.C: “Es algo embarazoso, la verdad, pero es hora de sincerarme. El miedo a los ascensores se debe a lo ocurrido un 23 de septiembre de 2005. Por aquel entonces yo colaboraba con la policía murciana, en un caso de robos que llevaba mucho tiempo sin resolverse. Un tipo llamado Raymundo llevaba meses robando todos los cargamentos de pilas que entraban en la comunidad. Hay quien dice que eran para el mando de su Wii».
«Bueno, a lo que vamos, que me lío. Resulta que el edificio de la policía donde trabajábamos tenía veinte plantas, y yo trabajaba en la última. Pues nada, me subí al ascensor junto a un señor que iba comiéndose una bolsa de chetos y una pizza con piña. Si, como lo oyes, semejante aberración. Bueno, pues el sujeto, digamos que era de esfínter gamberrete. Se pasó todo el trayecto tirándose petardos. Realmente insoportable. He de confesar que esta experiencia no solo afectó al tema de los ascensores. Cuando me encontré con esas criaturas rodeadas de gas verde paseando por Union me recordaron al señor de los chetos. Tal vez fuera él, transformado por el STEM.”
Todos los jugadores de The Evil Within se enervaron alguna vez con el escaso aguante de Sebas a la hora de correr. Aunque al principio se mostró reticente a contestar, finalmente accedió a contarnos la verdad sobre esto.
P: La gente comentaba que se cansaba usted de correr demasiado rápido para ser policía. Se especuló con que el hecho de estar sometido a STEM afectaba a sus capacidades físicas. ¿Fue esa la verdadera razón?
S.C: “No, de ninguna manera. Aunque me gustaría que ese fuera el motivo real. Lo cierto es que, solo un año antes de trabajar en Murcia me encontraba trabajando en otro proyecto en España. Estaba colaborando en Resident Evil 4, que inicialmente iba a ser una aventura cooperativa. Yo tendría que ayudar a Leon a enfrentarse a los ganados y guiarlo por las tierras ibéricas. Pero lo cierto es que al final le dieron mi puesto a Luis Sera. Maldita Capcom. Más tarde quisieron incluirme como DLC, pero Mikami no me dio permiso».
«Bueno, el caso es que durante una de mis aventuras con Leon que nunca vieron la luz, tuve que correr de lo lindo para escapar de los ganados. Iba justo detrás de Leon y él se pasó de largo el camino que debíamos tomar. Entonces, en plena carrera, le grité << ¡Detrás de ti, imbécil! >>. En ese momento sentí un pinchazo en el costado y un flato que me obligó a abandonar mi participación en el juego durante meses. El médico me diagnosticó “A.P.T.C.”, asma post traumático crónico, y por eso me canso con facilidad. De hecho, las jeringuillas que tomo en The Evil Within son para paliar la enfermedad. Cuando volví con el alta médica para reincorporarme a Resident Evil 4 Luis Sera se había hecho con mi puesto. Nunca lo olvidaré. Eso sí, les gustó tanto mi << ¡Detrás de ti, imbécil!>> que acabaron utilizándolo en el juego. Personalmente creo que fue una de las claves de su éxito.”
Ruvik vestía una bata blanca para ocultar sus quemaduras, o eso creíamos. Al parecer, la apariencia del asesino y villano principal es un producto de la mente de Sebas. Un producto de los traumas del pasado.
P: Como todos pudimos ver, Ruvik hacía acto de presencia ataviado con una bata blanca con capucha. ¿Era esta la forma real de Ruvik? ¿Un atuendo para ocultar sus quemaduras?
S.C: “Otro dato falso que dieron para ocultar la crueldad con la que se aprovecharon de mis traumas infantiles. Esa apariencia de Ruvik fue un constructo de mi mente, él era muy diferente en la realidad. Estoy seguro de que mi subconsciente creó esa imagen a causa de un trauma que sufrí de pequeño. Todo ocurrió una lluviosa noche, en la que aún tenía nueve años. Me quedé despierto hasta muy tarde viendo películas de miedo en mi habitación, una de ellas iba sobre un asesino trastornado por la cancelación de Scalebound para Super Nintendo».
«Sobre las cuatro de la mañana escuché unos ruidos en el pasillo y me asusté. Todo el mundo estaba durmiendo y creí que había entrado alguien en casa. Me acurruqué en la cama, tapándome con la manta, y bajé el volumen de la televisión. Recé para que quienquiera que estaba en casa no me escuchara. Pero entonces me di cuenta de mi error fatal, la luz de la televisión se vería por la rendija de la puerta. Los pasos empezaron a acercarse, poco a poco, acompañados de un extraño murmullo. De pronto, la puerta se abrió y apareció mi madre, con el camisón blanco de dormir, el pelo hecho un desastre, y una zapatilla en la mano. Nunca podré borrar esa imagen de mi cabeza. Lo que no consigo entender es la capucha de Ruvik, supongo que mi mente prefería eso al extraño peinado nocturno de mi madre.”
Supuestamente Mobius raptó a la hija de Sebas, pero parece que no fue así. Lo que Sebastián nos desveló en esta cuestión desmontará todo lo que sabes sobre él, y sobre The Evil Within. El suceso clave en la segunda entrega es la desaparición de Lily Castellanos. Supuestamente raptada por Mobius, pero según cuenta Sebas, no fue así…
P: Su mayor trauma y remordimiento es la desaparición de su hija Lily, raptada por Mobius ¿Podría contarnos algo más sobre esto?
S.C.: “Escucha, lo que te voy a decir te va a dejar el culo en forma de asterisco, pero es la verdad. Mobius no raptó a mi hija. Cuando estaba en el aeropuerto de Barajas, para irme finalmente de España, ocurrió la desgracia. Yo estaba tranquilamente en la cola para embarcar, junto con Lily y mi esposa, y se nos acercó un tipo muy raro. Llevaba gafas, tenía aires de prepotencia y era asiático. En un principio solo nos saludó amablemente y se puso a sacar fotos extrañas a la suciedad entre las baldosas del suelo .Lo ignoré y volví a mis asuntos, pero cuando me giré el hombre había cogido a Lily en brazos y corría gritando << ¡A Fideo Tokima girl! >> «.
«Creo que decía Fideo Tokima…o algo así. << Lo entenderéis todo cuando juguéis a Death Stranding >> berreaba mientras corría a toda velocidad. Acto seguido salió al aparcamiento, se subió en un robot bípedo armado con misiles, y se alejó dando gigantescos saltos. Yo me quedé allí, llorando desolado. Durante años traté de encontrarlo, pero no entendía nada, toda la información sobre él parecía un puzle sin sentido. Años más tarde, siguiendo una pista de fotos de comida y textos extraños en Twitter di con una respuesta. Supuestamente le entregó la niña a Mobius a cambio de que le financiaran un “humilde” estudio y una funda exclusiva para su iPhone. Cuando se enteró de que había recuperado a Lily me mandó un correo, en él me preguntaba si estaba interesado en una edición “Day One” de Death Stranding.”
Durante las miserias en Beacon, Sebastián se encontró con unos extraños seres con una caja fuerte a modo de cabeza. Eran los llamados “guardianes”, se dice que son una creación de Mobius, pero Sebastián tiene una teoría diferente.
P: Los sujetos de las cajas fuertes en la cabeza, los guardianes, ¿eran una creación de Mobius para atemorizarle por alguna razón?
S.C.: “Pues no sé cómo llegó esto a STEM, pero lo cierto es que no tiene nada que ver con Mobius, es otro producto de mi pasado. Una vez más, un trauma de mi pasado en España. Tras mi mal trago en la policía murciana, me trasladaron a Ciudad Real, concretamente a la comisaría local de Poblete. Me asignaron investigar un extraño caso, referente a la “desaparición” del sueldo de los oficiales de la comisaría. Los agentes de la pintoresca y agradable villa de Poblete llevaban meses sin cobrar, supuestamente el problema “venía de arriba”. Tenía que trabajar de tapadillo, sin que nadie supiera mi verdadero objetivo allí. Mi tapadera era trabajar de refuerzo en las patrullas. Como es lógico, lo primero que hice fue ir a hablar con el comisario jefe, un tal Tasierildo».
«La verdad es que, de entrada, me resultó majo, pero había algo que no terminaba de encajar. Además me parecía demasiado viejete para el cargo. Cuando entré en su despacho estaba grabando un gameplay para Youtube, hay que decir que era un pionero. Bueno, según el comisario Tasierildo, el problema era que los superiores no mandaban dinero, y claro, por eso no podía pagar a los agentes. Tras Hablar con él recabé más información de otros agentes y empleados. Según coincidían muchos de ellos, todo el problema con los sueldos empezó cuando el comisario escuchó rumores de que lo llamaban viejete y soso. Eso me dio mala espina y decidí investigarlo. Me colé en el despacho del comisario y empecé a registrar cosas».
«Encontré unos emails que probaban que el dinero de los sueldos había llegado y, oculta tras un cuadro, encontré una caja fuerte con un dólar dibujado, junto a una foto de un Ferrari y un yate. Iba a intentar abrirla, pero en ese momento apareció Tasierildo, y al verme se puso hecho una furia. Empezó a tartamudear mientras señalaba la caja. “¡Los de arriba no mandan el dinero, no lo mandan!” repetía constantemente. Llegado un punto, en el que parecía que iba a explotar, soltó “¡El dinero es mío, para los yates!”. He de confesar que el miedo se apoderó de mí y hui de la comisaría. Desde entonces tengo pesadillas con Tasierildo persiguiéndome, con una caja fuerte en la cabeza, y gritando “¡Yates, yates!”. Así que nada de guardianes, se llama Tasierildo”.
Llegamos al final de la entrevista con uno de los traumas más infernales que vivió Sebas. Uno de los mayores terrores que castigaron a Sebastián en STEM fue la demoniaca Laura. Supuestamente, el monstruo de cuatro brazos era una encarnación de la hermana de Ruvik, pero como muchas otras cosas, Sebastián lo desmiente.
P: ¿Era la chica ensangrentada una personificación de Laura, la hermana de Ruvik?
S.C.: “No, y esta historia no la termino de entender ni yo mismo. Mi último destino antes de abandonar España fue Madrid. Mientras trabajaba allí resolví varios casos sin problemas. Pero no todo iba a salir bien. Conocí a otro policía llamado Carlos Federico García Lorca. Al principio todo era genial, me caía bien, nos echábamos unas risas juntos,y a veces hasta nos íbamos de cañas. Pero con el tiempo empecé a notar cosas raras. Carlos pedía a los superiores que le asignaran los mismos casos que a mí para trabajar juntos. Me hablaba todo el tiempo por WhatsApp, a todas horas. Incluso por el grupo que teníamos todos los compañeros de la comisaría.Los mensajes eran cada vez más calientes, primero con los jodidos iconitos de besos y cosas así, y luego me mandaba obscenidades y proposiciones indecentes. ¡Hasta delante de los compañeros!»
«Un día, mientras comíamos todos juntos en el descanso me dijo: “Oh vaya, me encanta tu donut, Sebastián” y acto seguido me guiñó el ojo. Traté de ignorar todo aquello, el trabajo me iba bien en Madrid y no quería joderlo…el trabajo digo. Aguanté hasta que un día ocurrió algo grave. Me encontré con Carlos en las duchas, el aún estaba mojado, con el pelo caído sobre la cara. En cuanto me vio se lanzó sobre mí y empezó a perseguirme. Entonces, resbaló con un jabón, pero lejos de detenerse continuó la persecución a cuatro patas mientras gritaba obscenidades. Conseguí escapar, y me tomé unos días libres alegando que estaba enfermo. Desde entonces tengo pesadillas en las que veo a Carlos con la apariencia de esa criatura. STEM debió tomar ese recuerdo de mi mente. Por suerte, poco después Carlos se echó novia y todo se relajó un poco”.
Bueno culpables, con estas palabras del inspector cerramos la entrevista. Espearamos que os haya ayudado a vivir en primera persona los traumas de Sebastián, y a entenderlo mejor.
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