Etrian Mystery Dungeon – Análisis Nintendo 3DS

Los culpables que adoran las franquicias de estrategia y rol japonesas están de enhorabuena, ya que una buena dosis de ello ha llegado a sus portátiles. No, no es PS Vita la encargada de recibir un título así en esta ocasión, sino que es Nintendo 3DS quien se ha llevado a su terreno lo último de Atlus y Spike Chunsoft: Etrian Mystery Dungeon.

Fijo que alguno ya se ha pispado de que dicho nombre se trata de la unión de dos franquicias niponas: Etrian Oddisey y Mystery Dungeon, pero no es que haya metido la pata, sino que ambas sagas se han unido para traernos este juego, al igual que ya pasara anteriormente en la portátil de Nintendo con Persona Q. Aquí nos encontramos el mundo del primero de ambos juegos bajo la jugabilidad del segundo, de forma que la cosa consiste en ir explorando las constantes mazmorras que se nos irán desbloqueando, una mecánica que conoce la mayoría del público gracias a la saga Pokémon Mundo Misterioso.

Cada una de las mazmorras se resume en ir avanzando por el mapeado para ir despejando el mapa e ir encontrando las escaleras que nos permitirán bajar los pisos que componen el nivel hasta encontrar nuestro objetivo. Obviamente, la cosa no es tan simple, ya que contamos con objetos por el camino para tentarnos a explorar toda la mazmorra y enemigos que nos pararán los pies, por no olvidar que éstas se generan de forma aleatoria al entrar, por lo que no nos valdrá aprendernos de memoria el recorrido.

La jugabilidad del juego tiene su miga, ya que pasamos a un juego por turnos en cuanto encontramos algún enemigo en el camino, donde cada paso que demos consumirá nuestra ronda, de forma que los enemigos se moverán en consecuencia de nuestros pasos, de forma muy similar a los imitadores de la hierba alta de Pokémon Rubí y Zafiro. Esto puede parecer una tontería, pero si sumamos que también gastaremos un turno en atacar nos tocará ir con pies de plomo y pensar muy bien cada movimiento, ya que al mínimo error podremos acabar con todo nuestro equipo por los suelos.

A parte nos encontramos con elementos sacados del género JRPG, como son los equipamientos de diversas armas y armaduras, pociones para curarnos o compañeros de equipo con diferentes habilidades, de forma que tendremos que elegir bien quiénes nos acompañarán a cada mazmorra para tener un equipo bien equilibrado. Por desgracia, dichos personajes no pueden ser controlados, de forma que nuestro control sobre ellos solamente consiste en la aplicación de objetos o equipamientos.

Puede sonar bastante simple el juego, pero gracias a su dificultad elevada cada mazmorra no será precisamente un paseo, de forma que el componente estratégico gana bastante peso a lo largo de ese largo juego. Por desgracia, no contamos con demás elementos «físicos», quedando la ciudad principal de Aslarga y sus tiendas y demás lugares en forma de menús, por no mencionar la prácticamente inexistente historia.

En el apartado gráfico y sonoro no estamos ante la mayor maravilla de Nintendo 3DS, ya que tanto los escenarios no son precisamente llamativos o carismáticos, aunque eso no quite que los modelos de los personajes sea correcto y tengamos unas melodías que encajan bien con la temática fantástica del juego, a las cuales por desgracia no acompañan voces.