Final Fantasy X / X-2 HD Remaster – Análisis PlayStation 4

PlayStation 4 recibe una nueva remasterización que incluye Final Fantasy X y Final Fantasy X-2 con la coletilla “HD remaster” para dejarnos claro que algo han hecho. Para empezar por el principio, lo primero que debemos recordar es que ambos juegos fueron remasterizados hace un año para PlayStation 3 y PS Vita. Sin embargo, la consola de nueva generación de Sony se quedó inexplicablemente sin refrito.

Pero a Square Enix no se le escapa una y no podía permitir que la consola más poderosa de la familia PlayStation, no tuviera su peculiar versión con mejoras gráficas y la impecable banda sonora de Nobuo Uematsu.

Los títulos fueron lanzados originalmente para PlayStation 2 en 2001 y 2003, cuando la saga vivía su época dorada, desde que traspasó la frontera de Japón con Final Fantasy VII para la primera PlayStation.

Ambos han sido considerados como los últimos Final Fantasy “clásicos” tras las entregas recibidas en PlayStation 3 y Xbox 360 que tan mala recepción tuvo. Maldita trilogía pasillera de Final Fantasy XIII.

[divider]Dos grandes RPG que llaman a la nostalgia[/divider]

Como ya os hemos comentado, Final Fantasy no está viviendo sus mejores tiempos, lo que puede hacer que veas con mejores ojos – si cabe – a Final Fantasy X y X-2. Ambos juegos son joyas de la industria y te teletransportan a los increíbles universos de SquareSoft, posteriormente Square Enix tras la fusión en 2003.

Los amantes de las grandes historias disfrutarán como nunca, si es que no lo hicieron en PlayStation 2, con las aventuras de Tidus, Yuna y compañía. No entraremos a comentar su trama, sino que vamos a centrarnos en las novedades de la versión de PlayStation 4.

Un detalle importante es la decisión de incluir la expansión The Last Mission que no llegó en su momento a Europa. Todo ello puede ofrecerte facilmente mas de 250 horas de juego si te encantan los juegos pausados, las buenas historias y los combates por turnos.

[divider]Remasterizando remasterizaciones[/divider]

Posiblemente, la mayor novedad con respecto a la versión de PlayStation 3 y PS Vita, haya sido la posibilidad de elegir entre la banda sonora original compuesta por Uematsu o sus pistas remasterizadas al cargo de Masashi Hamauzu. Lo dicho, “novedad”.

Su apartado técnico ha sido actualizado con mejoras sólo para los ojos de los más observadores. Su resolución a 1080p y su tasa de frames estable a 60, eran obligatorios cuando hablamos de un juego de hace dos generaciones.

Por su parte, a pesar del lavado de cara, las animaciones y ciertas mecánicas pueden parecer totalmente desfasadas para la época actual. Muy chocante para algunos cuando vean un juego de PlayStation 2 con la resolución subida. Por otro lado, una oportunidad perdida de rehacer el título tal y como se está llevando a cabo con Final Fantasy VII para PlayStation 4.