God of War 3 Remasterizado – Análisis PlayStation 4

Ajena a la espiral de críticas, la industria del videojuego prosigue firmemente con la hoja de ruta marcada para esta generación, y que no es otra que imponernos un modelo de negocio que, en lugar de sustentarse en nuevos desarrollos, se apoya fundamentalmente en las reediciones de títulos anteriores.

Aunque en general se trata de una práctica de dudosa ética y poco respetuosa con los jugadores tradicionales, hay que reconocer que en estos dos años y pico de vida de las nuevas consolas hemos visto un poco de todo.

Mientras que algunas compañías se han preocupado al menos por ofrecer remasterizaciones que completaran en algo la experiencia original o que recopilaran bajo un solo juego diversas entregas de una franquicia de éxito, otras se han abonado a la “ley del mínimo esfuerzo” con productos que suponen poco más que un lavado de cara sobre lo ya visto. Lamentablemente, este God of War III Remasterizado para PlayStation 4 supone un claro ejemplo de este segundo grupo.

Estamos, sin duda, ante uno de los grandes nombres del catálogo de PlayStation 3 y uno de los mejores hack’n slash de la historia. Técnicamente adelantado a su tiempo, God of War III consiguió en 2010 llevar al límite las capacidades de la anterior sobremesa de Sony. Aunque quizá, en mi opinión, no logró alcanzar plenamente ese cierre apoteósico que todos esperábamos para la venganza del Fantasma de Esparta, Santa Monica Studio realizó un trabajo excepcional y una de las epopeyas más épicas (y sangrientas) que pueden disfrutarse a los mandos de un Dual Shock.

Un juego realmente grande al que no le hacía ninguna falta una remasterización. Al menos no tan pronto, ni realizada de una forma tan ramplona y falta de ambición. No estamos ni de lejos ante un juego que pidiera a gritos el salto al estándar de los 1080p / 60 fps porque ya se veía y se movía de lujo en PlayStation 3.

Peor aún, ni siquiera el lifting visual está todo lo bien resulto que cabría esperar. Al contrario de lo que ocurrió con The Last of Us, aquí las cinemáticas no han sido rehechas, con lo que se nota cierta brusquedad al pasar de la acción in game a una escena reproducida a menor resolución y framerate. No es que moleste, pero son detalles que marcan la diferencia entre quienes se curran las remasterizaciones y los que van a “cubrir el expediente”.

Más allá de este update técnico, God of War III Remasterizado no ofrece ningún otro aliciente de peso que pueda dar algún mínimo sentido a su existencia. Se podía haber añadido al menos un modo multijugador al estilo de God of War Ascencion, pero ni eso.

Es cierto que se incluye todo el contenido descargable que se lanzó en su momento (skins y poco más) y el modo foto que ya hemos visto en otras remasterizaciones. Muy poca “chicha”, no obstante, para sentirnos tentados a volver a pasar por caja la verdad.

Pero el problema de este God of War III Remasterizado es doble, ya que no solo estamos ante una remasterización innecesaria, sino que además se antoja totalmente incompleta.

Ya que las mejoras resultan tan escasas respecto al título original, es inevitable pensar por qué narices no se ha aprovechado la ocasión para ofrecer una colección completa en alta definición de las aventuras de Kratos, o al menos de los dos juegos de la saga lanzados en PlayStation 3.

Hay que reconocer que God of War III luce mejor que nunca en PlayStation 4, pero no hay variaciones en la historia, ni novedades jugables o de otro tipo que hagan recomendable su compra si ya lo jugaste en PlayStation 3. Es más, si no la has jugado y posees las dos consolas casi que te recomendaría que te hicieras con él en PS3 pues lo vas a poder encontrar muy barato y sin desmerecimiento alguno en la calidad de la experiencia.