Cinco juegos a los que Final Fantasy XV debería copiar

Hemos visto un montón de cosas de Final Fantasy XV estos días. Cosas buenas y cosas malas pero, por suerte para nosotros, el grueso de los misterios del juego aún están escondidos.

Cómo se desarrollará, cómo de grande será, los giros de argumento de su historia, la jugabilidad, los personajes secundarios, las invocaciones. Todo en general, y repito: por suerte, está aún por descubrir.

Precisamente por eso y a falta de seis meses para que lo tengamos en nuestras manos, aún tenemos tiempo de fantasear con lo que Square Enix nos tiene preparado… o mejor dicho, con lo que Square Enix debería de tenernos preparado.

Y es que diez años de desarrollo y de betas/demos/y demás dan para mucho feedback y muchas ideas. Aquí os presentamos las que más debería de tener presente la compañía para que Final Fantasy XV sea el nuevo Final Fantasy VII, es decir, el que rompa de nuevo la lanza de la saga.

Kingdom Hearts

Es más que obvio que esto no es una petición sino una realidad. Tetsuya Nomura, encargado de las entregas del crossover entre Disney y Final Fantasy, fue el director de Final Fantasy XV durante mucho tiempo, hasta que Hajime Tabata cogió el testigo para dejarle vía libre con Kingdom Hearts III. Y eso se nota.

Ya habíamos visto una evolución de los combates por turnos en Final Fantasy X a algo con más acción y dinamismo. Primero con Final Fantasy XI y el estilo MMO que se modificó en Final Fantasy XII con los gambits. Luego Final Fantasy XIII le metió más frenetismo, aunque seguía la estructura de los combates por turno. Por último, Final Fantasy XIV retoma con éxito el esquema de los MMO.

Sin embargo Final Fantasy XV, por lo visto en las diferentes demos que hemos probado, toma más la inspiración de Kingdom Hearts y los movimientos de Sora y compañía.

La aparición de las armas de la nada, como si de una Llave Espada se tratase, los diferentes combos de tres o de cuatro; el lanzamiento de la espada para teletransportarnos a otros sitios; el movimiento por el escenario. Todo esto nos recuerda a la saga de los sincorazón.

Pero no solo eso. También la música pega un giro tremendo y cae en las manos de Yoko Shimomura, la compositora de la banda sonora de Kingdom Hearts, lo que le da aún más parecidos entre ambas sagas.

Pero a pesar de todos estos «copieteos», Kingdom Hearts tiene mucho que ofrecer a Final Fantasy, tanto en combates como en el tema «acompañantes». Esperemos que no se quede solo en lo que hemos dicho.

Xenoblade Chronicles

Otra de las grandes inspiraciones que parece haber tenido este Final Fantasy XV ha sido la de Xenoblade Chronicles. Los juegos que nos han traído los chicos de Monolith Soft se han convertido en toda una referencia en cuanto a un mundo enorme y carismático se refiere.

Final Fantasy siempre se ha caracterizado por tener mundos grandes que explorar y con muchos secretos que descubrir. Sin embargo, con la excusa de la llegada del HD, Square Enix dijo que recrear entornos tan grandes era muy difícil y costoso, y lo que nos trajo con Final Fantasy XIII fue más bien un pasillo, muy largo, eso sí, pero un pasillo.

Esto no gustó a los fans y la compañía contraatacó con Final Fantasy XIII-2 y Lighting Returns: Final Fantasy XIII, dos juegos con un mundo mucho más abierto y explorable y que, en ese sentido, gustaron algo más.

Para demostrarnos que seguían por el buen camino, Square Enix nos mostró la demo del Episodio Duscae. Una inmensa llanura con sus bosquecillos, lagos, zonas rocosas, caminejos, carreteras, gasolinera… en definitiva, un montón de cosas por ver, explorar y disfrutar.

En este sentido, Final Fantasy XV se asemejó mucho a Xenoblade Chronicles X y esto nos encanta. Y esperamos que el resto de los escenarios sean así.

Claro que habrá que tener zonas cerradas y más pasilleras, pero si hay algo que caracteriza a Xenoblade Chronicles, tanto el de Wii como el de Wii U, es un mundo inmenso en todos los sentidos, que cambia de la noche al día, de la lluvia a la calma, que parece otro cada vez que volvemos a pasar por un camino ya explorado.

Square Enix, queremos perdernos, queremos explorar, queremos luchar, queremos gritar cuando encontremos una gruta secreta, una invocación oculta, un cofre escondido. Queremos ver un Final Fantasy Xenoblade Chronicles.

Tales of

Otra de las grandes sagas de RPG actuales es Tales of, aunque por motivos bastante diferentes a los que hacen famosa a la de Final Fantasy. Y sin embargo, Square Enix ya ha pillado algunos elementos de esta franquicia, para alguno de sus juegos.

Hablamos de la relación entre personajes, algo muy importante en un Tales of. Si bien la franquicia de Bandai Namco no suele brillar precisamente por una historia impresionante, unos gráficos punteros o una congruencia entre los acontecimientos demasiado acertada, sí que lo hace en cuanto a los combates dinámicos y el carisma de sus personajes.

La fuerza de un Tales of reside en sus protagonistas y en cómo se relacionan. Casi todas las escenas nos dejan ver algo de la personalidad de cada uno de ellos, su forma de expresarse (o de no hacerlo), su forma de actuar (o de no hacerlo) y sus propios ideales. No suelen estar ahí «porque sí», sino que tienen una razón y son consecuentes con ella hasta el final.

Muestra de la fuerza con la que en Bandai Namco tratan estas relaciones son las Skits, esos momentos en los que los personajes hablan entre ellos a parte de la historia principal, en formato anime. Esta idea ya la hemos visto implantada (muy malamente) en la saga Bravely, con las «conversaciones», pero en las demos de Final Fantasy XV se ha apreciado algo parecido.

Los personajes hablan entre ellos mientras caminan, cuando descansan en el campamento para dormir, cenar o comer, e incluso cuando combaten. Esperemos que lo hagan de forma que no se vea forzado y realmente haya una compenetración.

Otro de los aspectos a tener en cuenta de Tales of son sus combates y la forma que tienen de usar todos y cada uno de los botones del mando para algo en concreto. Ataques simples, fuertes, combinaciones con el pad direccional, magias/artes, límites, fusiones… todo se puede hacer con una combinación de teclas. Y cada personaje tiene un estilo diferente que podemos manejar. ¿Por qué en Final Fantasy XV no?

Y sobre todo, ¿por qué no tener un multijugador local en el que podamos controlar a alguno de los personajes con un segundo mando? No hace falta que tenga siempre el control, simplemente, cuando haya combates… aunque el protagonista luego se olvide de él como Sonic de Tails en los primeros juegos en los que aparece…

The Elder Scrolls

Pero no todo lo que queremos en Final Fantasy XV va a ser rol japonés. También tiene cabida para el rol occidental y, cómo no, con The Elder Scrolls a la cabeza.

Y es que una de las cosas que tienen los juegos de la saga de Bethesda es, no solo su mundo, sino la interacción que tenemos con él. Todo afecta, todo influye, todo modifica. Y esto es algo que nunca vemos en los Final Fantasy.

Es decir, podemos enfrentarnos a los enemigos más poderosos del juego, podemos destruir naves, invocaciones, seres de otros planetas, salgar al mundo dos, tres y hasta cuatro veces, viajar en el tiempo, entre dimensiones… pero no podemos quitar de en medio al perro ese que nos bloquea el camino de las escaleras.

Vaya, tampoco es que busque que lo podamos matar y así aumentar nuestro karma negativo, pero sí que podríamos tener más opciones a la hora de mezclarnos con el mundo.

Y no me refiero únicamente al hecho de comprar más en una tienda o en otra (que también), o a la afinidad con los compañeros de forma que mejoremos nuestros combos y acciones con él o con ella (que no estaría mal), sino más bien al tipo de interacción de Bethesda en el que si hacemos algo mal (robar, pegar, asesinar, pisar el césped…) tendremos consecuencias.

Que activemos alarmas, que la gente de un pueblo no nos quiera hablar, que vigilen más una zona si nos ven intentando infiltrarnos, que haya enemigos más poderosos, que los líderes de escuadrón cambien de sitio…

No quiero un The Elder Scrolls con temática de Final Fantasy, pero sí que nos vendría bien algo de interacción con el mundo más allá de romper piedras.

The Legend of Zelda

En palabras de los propios desarrolladores, una de las grandes inspiraciones de Final Fantasy XV es, sin duda alguna, The Legend of Zelda. Y no nos parece para nada mal… aunque todavía estamos buscando las similitudes entre lo último de Nintendo y lo de Square Enix.

¿Qué tiene de característico Zelda? Pues… mazmorras, exploración, zonas bien diferenciadas entre ellas y personajes que se repiten más que el picante de la pizza. Por el momento no hemos visto nada de eso en Final Fantasy XV pero sí que tenemos esperanzas de verlo.

Todo Final Fantasy que se precie tiene mazmorras, aunque siempre son bastante diferentes a las de The Legend of Zelda, sobre todo en las últimas entregas. Y esto quizás podría cambiar un poco. No me refiero al hecho de poner llaves, cofres y demás por toda la mazmorra, pero sí a que haya algo más que simples puzles de pulsar botones aquí y allí.

Trampas, enemigos, objetos que debamos usar para poder acceder a determinadas zonas, caminos secretos, tener que pasar varias veces por la misma zona para encontrar la salida… Son elementos que se han ido perdiendo en algunos de los últimos Final Fantasy y que no vendría mal volver a ver por aquí.

Además, ahora tienen una muy buena referencia con el nuevo Zelda del que igual saben algo más que nosotros… que no tenemos aún ni repajolera idea ni de para qué consola va a salir.

Final Fantasy

Pero hay algo de lo que no puede olvidarse Final Fantasy XV: de ser un Final Fantasy. Algunos de los elementos del nuevo juego de Square Enix han hecho saltar muchas alarmas entre los fans de la saga. La casi no presencia de los chocobos, la magia que, en un principio, iba a estar reducida exclusivamente a Noctis, la imposibilidad de jugar con otros personajes que no sean el protagonista…

No digo que no estén bien los cambios, pero un Final Fantasy no solamente es gráficos, combates y escenario. También es «personajes», crecimiento, empatía. Cuántos nos quedamos a piedra cuando en Final Fantasy VI Kefka «gana»; cuando en Final Fantasy VII Aeris muere; cuando en Final Fantasy X Yuna y Tidus se besan en el lago; cuando en Final Fantasy XII… no, aquí no hay personajes carismáticos. Corramos un tupido velo.

Queremos ver a unos personajes carismáticos evolucionar y relacionarse entre sí. Queremos poder manejarlos y decidir cuál es nuestro favorito, sin que nadie, ni si quiera Square Enix, nos lo imponga. Queremos ver Piro, Piro+  y Piro++. Y, por supuesto, queremos ver a Ifrit, a Shiva, a Bahamut… a nuestras invocaciones pero como invocaciones, no como acompañantes, como en Final Fantasy X, o como digimons que se fusionan con nosotros, como en Final Fantasy XIII. Queremos que vengan, que hagan su ataque y que se vayan por donde vinieron.

Queremos una historia profunda, pero también queremos reírnos. Como cuando Cloud se disfraza de chica para Don Corneo, o como cuando Zell abre la boca en Final Fantasy VIII. No queremos que todo sea una historia de penitas, con penitas y para penitas.

Queremos que Final Fantasy XV sea un gran juego, pero tambien un juego que nos recuerde que estamos jugando a un Final Fantasy.