Ya está aquí. La espera ha sido interminable, pero por fin está disponible «Polarized», el quinto y último capítulo de Life is Strange, la aventura gráfica episódica desarrollada por Dontnod Entertainment. Después de tantos meses acompañando a Max y Chloe en sus aventuras temporales ha sido duro despedirse de ellas, pero también era necesario cerrar ya la trama y saber qué narices estaba pasando en Arcadia Bay. Tras procesar el final me dispongo a reflexionar sobre el último episodio, y ya de paso hacer un repaso del juego entero, ahora que por fin lo tenemos completo. A partir de aquí hay spoilers de los episodios anteriores, avisados estáis.
Es muy difícil comentar este episodio sin soltar ningún spoiler ni avanzar nada revelador sobre la trama, así que intentaré hablar en líneas generales. El cuarto episodio, «Dark Room», fue el más oscuro hasta la fecha, y este no se queda atrás. La acción sigue justo donde la dejamos. El escenario en el que acabó el cuarto episodio era desolador (Chloe muerta, Max drogada…) y nos dejó el corazón en un puño, muriendo de ganas por saber qué iba a pasar. Pues bien, en «Polarized» no tenemos que esperar mucho para resolver todo este asunto, ya que en este episodio vamos directos al grano. En aproximadamente dos horas hay que resolver todos los interrogantes lanzados durante los cuatro capítulos anteriores, así que no hay tiempo de andarse por las ramas. Las situaciones se suceden una detrás de la otra, sin dejarnos apenas un respiro. El defecto que tiene esto es que puede parecer todo un poco precipitado, y algunos interrogantes se quedarán en el tintero.
A pesar de encontrarnos ya en la última aventura de Max y compañía, Dontnod Entertainment aún se ha permitido el lujo de plantear algunos giros argumentales que nos descolocan por completo y permiten nuevas posibilidades en la trama. Aunque al final, todo lleva a lo mismo: El caos. Si el capítulo se hubiese llamado así no me habría extrañado. Max lleva mucho tiempo jugando con el tiempo, y eso, como todas las acciones que hemos ido haciendo (o no haciendo), ha afectado a la realidad y a la propia Max. Ya vimos en capítulos anteriores que cada vez le costaba más recuperarse tras un viaje al pasado (por ejemplo, en el intento de suicidio de Kate ni siquiera era capaz de utilizar su poder), y en «Polarized» será cuando más suframos por todos nuestros intentos de arreglar las cosas cambiando el pasado.
Aparte de las decisiones más determinantes, a lo largo del juego hemos ido realizando acciones menores, que han ido construyendo un tejido de causa/consecuencia y han ido moldeando nuestras relaciones con el resto de personajes. En este episodio ya no habrá acciones con consecuencias, ya que al ser el último lo que veremos serán los resultados de esas acciones que hemos ido tomando. Aquí es donde encuentro el mayor defecto del capítulo, y es que tal vez podrían haber hecho más hincapié en esas consecuencias. Donde más se notan es en las conversaciones con algunos personajes, donde se verá cuáles son las relaciones que más hemos ido trabajando a lo largo del juego, y qué sienten esas personas hacia nosotros.
«Polarized» es, sin duda, el capítulo más sentimental y emocional de todos los publicados. Al ser el último, actúa como una despedida. De momento no se ha confirmado una segunda temporada, y ni siquiera es seguro que, de haberla, la protagonicen los mismos personajes. Por lo tanto, toca despedirse de personajes a los que hemos cogido un cariño especial gracias a la mecánica del juego: Warren, Joyce, David, Frank…Tendremos conversaciones con todos y cada uno de ellos, cerrando muchos temas pendientes.
Soy admiradora de las aventuras gráfica episódicas al estilo TellTale, en las que las decisiones que tomes configurarán tu experiencia de juego. Por eso, Life is Strange me ha parecido una genialidad. Durante el primer capítulo no estaba convencida del todo, ya que todos los personajes me parecían los típicos adolescentes estereotipados de las películas y series americanas, pero a partir del segundo episodio acabé tan inmersa en la trama y en las relaciones con cada personaje que tuve que cambiar mi opinión.
Si tengo que tachar de algo al juego es de irregular, ya que por ejemplo el tercer capítulo se me hizo un poco largo y me pareció que le faltaba bastante acción. Dentro de cada capítulo también hay cambios de ritmo, con escenas que se nos pueden hacer algo pesadas (la de buscar botellas en el vertedero del segundo capítulo me puso de los nervios) o conversaciones que no nos interesan tanto, pero luego todo se compensa con capítulos tan frenéticos como los dos últimos. Otro fallo, que para mi ha fastidiado un poco el nivel general del juego, lo veo en el final. Yo, personalmente, hubiese acabado las cosas de otra forma, ya que las opciones que ofrece el juego me parecen bastante drásticas, y me sentí como si algunas acciones hubiesen servido de poco.
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