Return to Popolocrois: A Story of Seasons Fairytale – Análisis Nintendo 3DS

Bienvenidos a un mundo de vacas, pollos, bestias negras, príncipes, hadas y verduras, bienvenidos al análisis de Return to Popolocrois: A Story of Seasons Fairytale. En este divertido título de 3DS nos pondremos en la piel de Pietro, el príncipe del reino de Popolocrois y que por casualidades del destino, se ve envuelto en una misión para salvar tanto su reino como el reino de Galariland.

Nuestra historia empieza en el reino de Popolocrois, donde no se sabe muy bien por qué han empezado a aparecer unas bestias negras bastante peligrosas. El día del cumpleaños del príncipe aparece una invitada muy especial del reino de Galariland, que sabe cómo derrotar a estas bestias y viene dispuesta a entrenarnos. Después de unas breves discusiones con nuestro progenitor sobre si podemos ir a Galariland o no, acabamos allí, pero no todo sale como esperábamos. Esta tierra está bajo el dominio de los malos y después de escapar de sus garras con un poco de ayuda empezará nuestra verdadera aventura.

Un hada muy simpática nos pondrá al día de todo después de salvarla de una bestia negra. Las bestias se han apoderado de casi todos los suelos fértiles del reino y derrocado a lady Galariel, la soberana natural del reino y la que controla a las hadas. Nuestra misión será salvar a lady Galariel y Galariland a la vez que buscamos la forma de volver a nuestro reino (ir andando está totalmente descartado ya que Galariland está «muy lejos»).

Básicamente seguiremos las instrucciones que tendremos en un sueño con lady Galariel. Para ello debemos recuperar unas lámparas mágicas y hacer que vuelvan a brillar para que las tierras vuelvan a recuperar su esplendor. Para que estas lámparas recuperen su luz tendremos que superar varias mazmorras que vienen a ser las tierras de cultivo contaminadas por la oscuridad. Gracias al poder del hada que nos acompaña nos volveremos diminutos y exploraremos la tierra hasta dar con la bestia negra que la está contaminando y así acabar con ella. Una vez recuperemos toda la luz se nos abrirá el paso a la mazmorra final de esa zona y una vez superada, estaremos más cerca de exterminar la oscuridad. Mientras recorremos el reino de Galariland encontraremos varias zonas, muy distintivas entre si pero que no emplean para nada la potencia de la 3DS. Escenarios poco detallados, planos y que pasan medio desapercibidos es un poco la tónica que encontraremos. No son feos y descuidados pero sin duda no pasarán a la historia.

A lo largo del juego se nos irán uniendo varios y pintorescos personajes a nuestro equipo: un lobo, una pareja de hermanos con una historia muy misteriosa, un caballero con una calabaza en la cabeza, la chica que nos gusta…vamos que tendremos una pandilla muy completa. El sistema de combate es un tanto peculiar. Va por turnos, siendo el personaje más rápido el que ataca primero. Pero no ataca sin más si no que el enemigo tiene que estar dentro de nuestro rango de alcance, para ello podemos movernos por una cuadrícula y atacar luego (estilo Fire Emblem). También podemos seleccionar técnicas que gastarán nuestros MP e incluso técnicas combinadas con otros personajes. Las técnicas mejoraran a medida que las usemos, pero esto solo se aplica a las individuales, las combinadas no pueden subir de nivel. Los personajes son lo más detallado del juego sin contar las cinemáticas pero tampoco es que sean nada del otro mundo y además la mayoría parece que tiene la misma cara.

El apartado más llamativo de Return to Popolocrois: A Story of Seasons Fairytale en si duda nuestra granja. Cuando llegamos a Galariland nos hacemos con el control de una granja abandonada y en ruinas, pero a medida que vamos avanzando y con la ayuda de las hadas y otros personajes del juego conseguiremos una granja digna de salir en el programa de «las 10 mejores granjas de Galariland» (lo del programa puede que me lo haya inventado un poco). Pues como si no tuviésemos bastante con salvar dos reinos, también tenemos la misión de hacer prosperar a nuestras granjas. Y digo nuestras porque iremos adquiriendo varios terrenos para que cada vez tengamos más granjas que cuidar y menos tiempo para salvar el mundo (sinceramente, que le den a Galariland, Popolocrois y al resto del mundo, yo quiero ser el príncipe granjero).

Administrar las granjas tiene su truco, ya que no podemos plantar lo que queramos donde queramos, si no que cada verdura, fruta, hortaliza y demás tiene que ser plantada en un terrero específico, así que nada de plantar a lo loco. En cierto punto del juego también empezaremos a poder adquirir animales para que los cuide la señorita de los animales (se llama así de verdad) y nosotros solo tengamos que preocuparnos de tener su cesto de la comida lleno y recoger las recompensas. Todo lo que se consiga en la granja se puede vender, usar, sintetizar (ahora hablamos de esto) o guardar en el inventario por si acaso, sois libres de hacer lo que queráis que para algo son vuestras granjas (si lo hacéis bien podéis sacaros un gran pellizco de oro). Y tranquilos, que no tendréis que estar visitando vuestra granja constantemente para ver cómo van las cosas, habrá unas notificaciones muy majas que saldrán cada vez que haya algo por hacer y también os indicarán en qué granja es.

También llegará un momento en el que aparecerá un edificio con un señor muy majo dentro que os permitirá sintetizar objetos. Esto es la combinación de toda la vida en un RPG. Juntáis dos objetos y el señor os dice si vale la pena intentarlo o no, y una vez hagáis lo que os apetezca (porque no viene a mi ningún tío a decirme cómo debo mezclar mis objetos) conseguiréis algo o no. Se pueden conseguir diversas cosas muy útiles y otras no tan útiles, así que id probando cuando podáis. Para que os hagáis una idea, al juntar dos tipos de rocas sale una chaqueta, así que imaginaros lo que puede hacer esa máquina.

Pero culpables, ¿qué sería de esta aventura si no dejáramos un hueco para el amor?  Vale que Prieto solo tiene 13 años y está poco o nada iniciado en las lascivas artes del amor, pero eso no significa que no pueda conocer a chicas interesantes. A lo largo de nuestra aventura conoceremos a varias chicas en diferentes ciudades con las que podremos interactuar y subir el nivel de amistad. Para ello tendremos que darles regalos y visitarlas cuando nos echen de menos. Para eso también habrá una notificación como las de las granjas, pero prepararos para ver cómo vuestras damiselas os echan de menos cada 5 minutos (está hecho un romprebragas el chaval). Por supuesto que subir el nivel de «amistad» con las pretendientas tiene su recompensa, así que no las descuidéis.

Como ya se comentó anteriormente, los gráficos del juego son bastante normalillos y ya sabemos de sobra lo que nos puede brindar la portátil de Nintendo, por lo que si sois muy exigentes con este tema quizás os llevéis una pequeña decepción. Aun así no es nada que nos impida disfrutar de este título ni mucho menos. La música más o menos sigue el mismo camino, cierto es que al principio hay temas que llaman mucho la atención y son bastante divertidos, pero luego todo se vuelve un poco repetitivo y nuestro cerebro empieza a demandar temas nuevos que parece que no llegan nunca.

Concluyendo ya, Return to Popolocrois: A Story of Seasons Fairytale es un juego muy divertido que mezcla elementos de varios estilos de RPG de una manera muy lograda. Los peros que le podemos poner pueden ser los gráficos y música. Pero los gráficos no lo son todo y la música es cuestión de gustos, por lo que no hay nada que no os haga disfrutar en este juego. Si os gustan los RPG quizás os interese este juego y su peculiar estilo.