Te dejamos 7 películas ñoñas para ver en Navidad

Con motivo de estas fechas tan señaladas hemos querido traeros un conjuntito de 7 películas que ver con pañuelos. Nuestra selección de películas ñoñas para ver en navidad promete haceros llorar y pasar un buen rato a partes iguales.

Se acerca la Navidad, el frío y las vacaciones (para algunos). Es época de juntarse en familia, arrebujarse bajo una manta con algo calentito y ver películas (o series) hasta aburrirse. Las navideñas están muy bien, pero no hay nada mejor para estas fechas de frío que ver las más empalagosas. Las de echar la lagrimita. Por ello, y para que no nos tachéis de haters, os traemos una selección de películas ñoñas para ver en Navidad. Pasen y vean.

Titanic

Una película que no solo marcó una generación también marcó al propio cine. Una producción con 200 millones de dólares de presupuesto que llevaría al estrellato al por entonces joven actor Leonardo DiCaprio. Enorme fue la polémica cuando no ganó el premio a mejor actor.

Aún hoy la seguimos viendo y seguimos pensando que se marcó una gran interpretación ahí congelándose en el mar mientras Rose se quedaba tan pancha en la tablita.

Fue una breve pero apasionada historia de amor entre Rose Dewitt Bukater y Jack Dawson bañada (y nunca mejor dicho) por el terrible y trágico suceso del hundimiento del Titanic. La película de 1997 marcó un antes y un después en las superproducciones y, sobre todo, en los corazones de las niñas y adolescentes.

Alguna lagrimita se nos escapa cuando Rose suelta a Jack y lo deja hundirse en el mar. O durante los momentos en que el Titanic comienza a hundirse y algunas familias deciden morir en el barco porque saben que no podrán llegar a ningún bote salvavidas. A mi personalmente fue lo que más me hizo llorar. La película ganadora de 11 Óscars merece un visionado ahora que hace fresquito, para acompañar la sensación.

Un paseo para recordar

Otro drama. Ya dije que ibais a llorar con la selección. Si no, vaya estafa. En este caso la pareja que interpreta a los protagonistas del dramón son Mandy Moore y Shane West. Por aquel 2002 ya tan lejano y ajeno a nosotros eran jóvenes famosos en Norteamérica y vivían la fama en todo su apogeo. He de reconocer que esta película es un poco típica: chico malo y chica santurrona que, por motivos del azaroso destino, tienen que pasar tiempo juntos y se enamoran. No hay spoiler, se sabe ya nada más ver la portada de la película.

Hasta aquí todo guay, quizás por ello es por lo que la película tiene ese drama extra. Cuando parece que todo va bien surge el drama apoteósico que, obligatoriamente, nos saca una lagrimita.

Quizás por sorpresa, quizás porque nos hemos encariñado con los personajes, o quizás porque hemos perdido horas de nuestro tiempo, cada cual con lo suyo. La película promete para echarse las señoras lágrimas solo por el factor sorpresa del drama final.

Memorias de África

Corría el año 1985 y el bello señor Anastasio cumplía sus hermosos 142 años cuando esta película se estrenó. Siguiendo un poco la línea de la película anterior, pero unos cuantos años antes. Aquí podemos ver a Karen Blixen (interpretada por Meryl Streep) que viaja a África para casarse con su primo lejano, el baron Bror Blixen-Finecke (Klaus Brandauer). De esta forma ella pasa a dirigir una plantación de café.

Y hasta aquí de drama poco. La película es curiosa, cuanto menos, se entremezclan tristeza, soledad, infidelidad, enfermedad… Y es que la baronesa Karen Blixen conoce a un cazador profesional, Denys Finch Hatton (Robert Redford), que le da ese toque de diversión y aventura que ella necesita. Pues aquí ya empezamos a mezclar la historia romántica con unos planazos de Kenia magníficos y la vida de la baronesa, que cada vez se va mezclando más con la gente.

El drama viene después, por supuesto, como la anterior película. Parece ser que hace algunos años las películas dramáticas decidían poner el drama tenso al final. Para tocar las narices, vaya. Porque el drama al final cuando piensas que todo irá bien está hecho solo para deprimir al personal. Pero para eso son dramas, ¿no? El filme está recomendado en cualquier parte y tiene unas críticas maravillosas. Meryl Streep y Robert Redford se marcan una interpretación digna de ver en un entorno natural estupendo que invita a quedarse pegado a la pantalla. Eso sí, con los pañuelitos al lado.

Todos los días de mi vida

Damos un salto considerable en el tiempo y nos plantamos en el 2012. Las películas de baile estaban en su mayor apogeo y Channing Tatum era uno de los hombres más deseados. Y aquí lo vemos haciendo de marido perfecto, vamos. Compartiendo pantalla con Rachel McAdams, esta película sí que tiene drama desde el inicio. Se narra la vida de una pareja que sufre un accidente de tráfico tras el cual la mujer padece una pérdida severa de memoria y se olvida de toda su vida con su marido.

Estamos hablando de 5 años al traste. Así, porque sí. La película intercala momentos que la pareja vivió durante sus 5 años de matrimonio con momentos de la actualidad del filme donde Channing Tatum intentará que su mujer lo recuerde.

¿Que por qué es esta una peli ñoña? Pues tiene un drama potente, trágico, terrible. Un tío bueno enamoradísimo que hará lo que sea por la mujer a la que ama. Una chica que se verá en una encrucijada moral y tendrá que tomar la mayor decisión de su vida.

Y muchas, muchas dosis de frases cursis. Es la película ñoña por excelencia. Quizás sin lágrimas excesivas por el final desencadenante y trágico, pero con el corazón en un puñito hasta el último minuto. Un must para ver en esos momentos de bajona que a algunos les dan con el mal tiempo.

El diario de Noa

Volvemos un poquito para atrás, a 2004, donde los tráilers de las películas se seguían narrando. Cuando empecé a pensar en películas ñoñas esta fue la primera que me vino a la cabeza. Es LA película ñoña por excelencia. Esa que, muy tópicamente, las chicas obligan a sus novios a ver con ellas. La historia de una chica rica que se enamora de un chico pobre y cuyo amor se mueve por el tiempo, separándolos y reencontrándolos en distintos puntos de su vida. Rachel McAdams vuelve a interpretar a la protagonista femenina en esta película romántica. Acompañada por dos jóvenes Ryan Gosling y James Marsden.

Un trío amoroso, muchas escenas que todo el mundo querría repetir (como ese beso bajo la lluvia de la portada) y grandes dosis de amor. Si esto no es ñoño, ya me diréis qué lo es. Y con ñoño me refiero a la típica película romántica en su máximo esplendor.

El final de la película, como voy viendo normal en aquella época, tiene un punto dramático considerable. Además, durante todo el filme, las idas y venidas de la pareja dejan bastante bien con la intriga típica de las películas románticas. Conocer el final, saber qué decisión tomó finalmente la protagonista y ver las últimas escenas os harán soltar unas cuantas lágrimas. Ya sabéis, los pañuelos al ladito.

Notting Hill

Vamos un poco más atrás en el tiempo, a 1999. Película romántica por excelencia. Un joven Hugh Grant y una joven Julia Roberts como cabeza de portada. ¿Qué es una película romántica sin Julia Roberts? Hay que reconocer que esta película no es muy ñoña, pero debíamos nombrarla. Precisamente por ser un hito en las películas de amor.

En la película, como todos debéis saber ya, William, el propietario de una librería se topa con Anna Scott, una actriz famosa de la que inmediatamente se enamora. Consigue una cita con ella y empiezan a salir. Super novelesco esto, pero claro, la fama lo envuelve y no le gusta como van las cosas. Es la típica película de chico que conoce chica, se enamoran, él la caga y la abandona, se arrepiente y luego vuelve llorando para que lo perdone. Todo adornado con el maravilloso acento británico de Hugh Grant. Recomendadísima verla en inglés.

No es que sea lo más ñoño de la lista, ni mucho menos. Pero es una película digna de estar en la lista, y digna de verse.

Moulin Rouge

Venga, un musical nunca puede faltar para terminar una selección de pelis ñoñas. En este caso es la aclamada Moulin Rouge, que fue un éxito en su tiempo. Salió allá por 2001, y la co-protagonizaron Ewan McGregor y una joven Nicole Kidman teñida de pelirrojo. Está basada en gran medida en La Traviata de Giuseppe Verdi y en La dama de las camelias de Alejandro Dumas.

La historia narra (o canta) la vida de un joven que llega a París y se enamora de la estrella de un cabaret llamado Moulin Rouge. Ella se enamora de él cuando lo conoce creyendo que es un millonario al que tiene que engatusar para que financia la obra que le llevará al estrellato. Claro está que las dos cosas no puede hacerlas, así que tendrá que decidir entre el amor de su vida o llegar a la fama.

La película cuenta, como todas las películas de aquella época, con un desenlace dramático después de lo que parecía una película con final feliz. Que yo no sé qué le daba a todos los directores de la época con eso. Pero así estaban las cosas.

La banda sonora, digna de escuchar, es una recopilación de grandes éxitos encajados en el argumento. Así, podemos ver Your Song de Elton John, Show Must Go On de Queen o el famoso tango de Roxanne, canción original de The Police. Una película digna de ver para todos los amantes de los musicales y un buen rato para pasar cuando llueve afuera.