Análisis de Dragon’s Dogma: Dark Arisen para PlayStation 4

Regresa a Gransys una vez más con nuestro análisis de Dragon’s Dogma: Dark Arisen para PlayStation 4.

El quinto aniversario del título de Capcom coincide con el lanzamiento de este juego tan infravalorado por muchos como adorado por unos pocos. A veces, las primeras impresiones no son las definitivas y descubrirás en esta aventura una como pocas hay. Vuelve a Gransys con nuestro análisis de Dragon’s Dogma: Dark Arisen para PlayStation 4.

Para aquellos que no conozcan el juego, nuestra historia comienza con un poderoso caballero al que le llaman “Arisen” y su búsqueda de un gigantesco dragón. Tras un pequeño prólogo, el avatar que crearemos se despierta en el tranquilo pueblo pesquero de Cassardis. Sin embargo, esa paz desaparece cuando un dragón, la señal del fin de los tiempos, aparece. Intentando luchar en vano contra él, la pelea acaba con nuestro corazón robado. Tras descubrir su destino como “Arisen”, se verá en vuelto en una aventura que cambiará el destino del mundo.

A pesar de que la historia parece simple y tópica (y en algunas ocasiones lo es), en sus últimas horas toma unos interesantes giros argumentales, poniéndonos en conflictos morales, el existencialismo y la individualidad de nuestra vida. Además, según las decisiones que tomemos en determinados momentos de la aventura, cambiarán la aventura, permitiéndonos ver varios finales.

No obstante, la historia tarda en arrancar y los largos paseos que daremos pueden acabar con la paciencia de más de uno. Pero la recompensa es tan gratificante que valdrá la pena las horas jugadas.

Una expansión única como las que ya no se hacen

No hay que olvidar que se incluye la expansión “Dark Arisen”. Entre las mejores que se le hicieron al combate y la posibilidad de viajar de forma rápida por el mapa gracias a un objeto que no se podía comprar en el juego original, existe la joya de este añadido. Su nombre: “Bitterblack Isle”. Esta mazmorra accesible en cualquier momento del juego desde Cassardis (y sólo de noche) nos llevará a un nuevo y gigantesco lugar que explorar, añadiendo a su vez unas 15-20 horas a la campaña principal. Eso sí, los enemigos nos pondrán en un aprieto, por lo que tendremos que estar bien preparados de antemano.

Dragon’s Dogma: Dark Arisen es un RPG de acción, donde exploraremos un gigantesco mundo derrotando diferentes enemigos y ganando experiencia para hacernos más fuertes. Desde el principio tendremos que elegir una de las clases iniciales: Guerrero, Strider y Mago. Cada una de ellas se centra en un estilo de juego diferente. Y, a medida que vayamos usándolas, desbloquearemos nuevas clases híbridas o mejoradas, de nuevo, especializándose en estilos de juego diferentes.

Tres clases para acabar con todos

El guerrero, obviamente, machacará al enemigo con poderosos golpes cuerpo a cuerpo mientras el mago hará lo mismo pero tomando sus distancias, además de poder curar y potenciar nuestros ataques. El strider, por otra parte, será más ágil a la hora de esquivar ataques y escalar monstruos.

Sin embargo, no tenemos nada que temer, ya que no estaremos sólos en nuestra aventura. Parte de nuesto poder como “Arisen”, nos permite invocar “peones”: héroes de otros mundos. Junto a ellos, podremos formar un equipo equilibrado para derrotar a las temibles bestias. Y, pese a algunos fallos, la IA del juego es bastante buena. Podemos confiar en ellos para que mantengan a enemigos pequeños o voladores mientras nosotros descargamos nuestros mejores ataques, los veremos escalar a los más grandes o tratarán de curar nuestras heridas.

Estos peones, sin ir más lejos, son los creadores por otros jugadores. El juego permite poder compartir el peón que hemos compartido para aque ayude a otros Arisen. Algo que consigue crear una fuerte comunidad entre todos los jugadores.

Un espectáculo visual y sonoro

Visualmente, Dragon’s Dogma se ha caracterizado por ser siempre un juego realmente bonito. Los escenarios son muy vívidos, diferentes entre sí y cada uno de ellos con una marcada personalidad, reflejando las múltiples historias y conflictos que sus paredes han vivido. Esta versión para PS4 sigue el mismo camino que la de PC. Los modelos de los personajes y las ciudades se han suavizado, dándole un aspecto mucho más nítido. Sin embargo, y esto es algo muy común que está pasando con muchas de estas remasterizaciones, es que en algunos lugares se ha perdido esa ambientación oscura de algunos de sus lugares. Sin embargo, ésto no afecta a la calidad global del juego.

La posibilidad de jugar a 4K hará que algunas de las peleas que libramos resulten más espectaculares que nunca, amén de alcanzar los 30 FPS de forma estable. Lástima el no haber conseguido llegar a los 60.

La banda sonora compuesta por Tadayoshi Makino, Rei Kondoh, Masayoshi Ishi e Inon Zur (de Dragon Age: Origins) es la guinda de este delicioso pastel. Cada una de las melodías (intentemos olvidar aquel horrible opening de la versión original) es, sencillamente magistral. Todas ellas ambientan perfectamente el lugar en el que nos encontramos. También consiguen convertirse en un acompañamiento imprescindible para los combates. Incluso, si estamos pendiente de la letra de algunas de las melodías, nos daremos cuenta que hablan sobre puntos clave de la historia.

Por otra parte, es posible que acabemos hartos de escuchar a nuestros peones repetir una y otra vez la misma frase, algo que podemos desactivar en el menú de opciones y que es muy agradecido.

Conclusiones del Análisis de Dragon’s Dogma: Dark Arisen

Dragon’s Dogma: Dark Arisen es un juego único. No sólo es una aventura redonda, larga y que nos anima a seguir explorando el precioso mundo de Gransys. Es un recuerdo de la antigua Capcom, la que hacía juegos con el corazón y los cuidaba con mucho mimo. No podemos negar que para aquellos que no tengan paciencia, no es precisamente el juego más recomendable, pero la sensación tan agradable que nos deja tras cada partida, lo vivo del mundo y lo emocionante de sus peleas, lo convierten en un experiencia única que no podéis dejar de visitar. Ya sea la primera vez, la segunda o la tercera. Sólo falta esperar que tenga éxito y Capcom se anime a traernos Dragon’s Dogma Online a Europa. O por lo menos, comience a trabajar en una secuela.