Análisis de La Tierra Media: Sombras de Guerra para PlayStation 4

¿Disfrutaste como un enano con Sombras de Mordor y quieres ver qué nos depara su secuela? Pues en nuestro análisis de La Tierra Media: Sombras de Guerra te contamos todo sobre este regreso.

Tener una escusa para hablar de El Señor de los Anillos siempre es bueno. Y si encima también vale para charlar sobre videojuegos pues matamos dos pájaros de un tiro. Hoy toca usar esa bala en el análisis de La Tierra Media: Sombras de Guerra. Y ya que estamos, veremos si el juego de Monolith Productions es capaz de dar caña sin el factor sorpresa de su antecesor.

De saga literaria a franquicia de éxito

Desde que Tolkien publicara la saga de El Señor de los Anillos ésta ha sido un altar sagrado para los amantes de la fantasía medieval, algo lógico viendo las bondades que introdujo la obra del británico en el género. Pero aun así, no fue hasta las películas de Peter Jackson cuando pasó de ser un placer algo exclusivo de devoradores de libros a un producto popular capaz de vérselas de tú a tú con Star Wars.

Como suele ocurrir con todo aquello que funciona bien en cine y merchandising, no tardaron en aparecer adaptaciones a videojuego del mundo de Tolkien. Si bien es cierto que Las Dos Torres y El Retorno del Rey tuvieron unas adaptaciones dignas de los filmes, el resto de juegos de la franquicia no han logrado transmitir la magia que rodea a la Tierra Media. No obstante, en 2014 Monolith logró darle un empujón a la saga en el sector gracias a La Tierra Media: Sombras de Mordor.

Tras el éxito de críticas y ventas de éste, no es de extrañar que la desarrolladora estadounidense vuelva a la carga con una secuela. Además, viendo el final abierto y amargo del primer título, parece lógico que la compañía quiera darle a su estrella un final digno de la franquicia a la que hace honores.

Regreso a Mordor

Para sorpresa de nadie, Sombras de Guerra arranca donde quedamos en Sombras de Mordor. En aquel entonces, el dúo Montaraz-Espectro formado por Talion y Celebrimbor ponían su vista en Sauron tras acabar con varios de sus secuaces. Ahora, vemos que para lograr acabar con el Señor Oscuro han decidido forjar su propio Anillo de Poder. Por desgracia, las cosas no salen como esperaban, y tras terminar su obra Celebrimbor desaparece. Tranquilos, ambos vuelven a reunirse incluso antes de que empecemos a jugar, pero por desgracia pierden su Anillo.

Algunos podrías considerar esta mención al Anillo como un spoiler, y tendríais razón. Sin embargo, es importante que haga mención a ello en este análisis. Como bien recordarán los fans de El Señor de los Anillos, Sauron depositó casi todo su poder en el Anillo Único, jugada que repite Celebrimbor con el Nuevo Anillo. De esta forma, empezamos el juego con solamente los poderes básicos de Sombras de Mordor. Adiós al control de tropas, adiós a las ejecuciones múltiples… Sigo sin entender esta manía que causa más problemas que ventajas a su portador, pero gracias a esto empezamos sin ser tan poderosos como al final de la anterior entrega sin pasarse por el forro la consistencia de la historia.

Por desgracia, el resto de la historia me ha dejado una sensación de Deja Vu considerable. Por un lado, volvemos al esquema de recadero de varias personas para que de repente la trama principal avance casi al final del juego. Además, hasta que no aparece el primer asalto pasadas unas cuantas horas de juego da la sensación de estar jugando una expansión de Sombras de Mordor. No obstante, tenemos unos objetivos más interesantes que la Mano de Sauron y compañía, cayendo en esta ocasión el papel de malos malosos en los Nazgûl y el Rey Brujo. A parte, durante la trama podemos ver alguna que otra conexión directa con los eventos de El Señor de los Anillos. Y sí, ahora la batalla final hace mejor honor a dicho nombre que la anterior entrega.

Más orcos, más habilidades, más Mordor

Una de las grandes preguntas (por no decir la mayor) que se puede hacer uno con Sombras de Guerra es sobre su innovación. Si habéis seguido las novedades del juego sabréis más o menos lo que no espera. Nuevas habilidades, fortalezas más grandes, un mejorado sistema Némesis… Sí, suena bien, pero el temor de estar ante un juego que repite lo mismo pero más grande estaba presente en mí. Finalmente, a parte de eso y correcciones en determinadas mecánicas, eso fue lo único que me encontré y, sin embargo, mis temores se despejaron.

En lo que atañe a la jugabilidad las cosas no han cambiado casi desde Sombras de Mordor. Tenemos un juego rápido donde los contraataques y demás esquemas de la saga Arkham están presentes. No obstante, la tabla de habilidades se ha llevado un buen repaso. Ahora tenemos entre cinco y seis poderes por desbloquear en cada una de sus categorías. Sin embargo, cada uno de éstos cuenta con dos o tres variantes a elegir. De esta forma, cada una de éstas potencia la habilidad de una manera u otra -solamente podemos tener una opción activa-. Gracias a esto, podemos adaptar un poco cada habilidad a nuestra forma de juego.

Otro de los cambios jugables se los lleva el sistema de combos. Los que jugasteis a Sombras de Mordor recordaréis que tras asentar un número de golpes consecutivos podíamos ejecutar una poderosa combinación. Ahora esto es diferente. Conforme vayamos atacando enemigos iremos rellenando una barra de energía. Si logramos completarla y tener al menos el contador de combos a 1 podremos ejecutar nuestro preciado movimiento. Esto impide que vayamos sobre raíles y sepamos que a los X golpes podamos ya partir caras.

A parte de esta barra, también tenemos otra que se irá rellenando a menor velocidad. ¿En qué se diferencia de la anterior? En que no se vacía con el tiempo y que permite desatar la Ira Élfica, una habilidad más que mortal. Gracias a ella, podemos acabar con casi todos los enemigos en pantalla sin despeinarnos.

Armado para la guerra

A diferencia de su precuela, Sombras de Guerra ha decidido dejar de lado el sistema de runas. Ahora, los capitanes asesinados sueltan equipamiento, desde espadas a capas o arcos. Todos ellos tienen una rareza dependiendo del objetivo eliminado, dando así diferentes beneficios. Así, los objetos menos frecuentes legendarias nos dan distintas ventajas, como puede ser prender fuego a los enemigos. Eso sí, para activar estas bonificaciones debemos cumplir los objetivos que nos pida cada equipamiento. Gracias a este cambio, armar a Talion es más sencillo y simple que antes.

A parte de esto, también contamos con gemas, las cuales podemos equipar a cada objeto. Gracias a éstas, podremos mejorar el daño de armas, la salud y otras estadísticas. Por suerte, no llega a la complejidad de las difuntas runas, por lo que no nos darán muchos dolores de cabeza.

Némesis 2.0

Una de las mayores bondades de Sombras de Mordor fue su sistema Némesis. Gracias a él, el aspecto, habilidades y conductas de los capitanes orcos era generado al azar. Entre eso y los encuentros con ellos más de uno tuvimos alguna anécdota que contar a los colegas. Y, como casi todo lo del juego, ha sido llevado a más para esta secuela.

Los orcos de Sombras de Guerra cuentan con más sorpresas. Ahora, será común ver cómo estos nos traicionan o vuelven de la muerte para vengarse. A parte, ahora podemos mover manualmente las posiciones de nuestro ejército, de forma que podemos elegir caudillos sin tener que hacer las batallas de ascenso.

En lo que respecta a la variedad de enemigos pues también las cosas han ido a mejor. Ahora también podemos ver más tipos de criaturas, como son los dragones, e incluso soldados trolls. A esto además tenemos que añadir nuevos tipos de personajes, como son los invocadores, lo que ayuda a que cada soldado tenga mayor identidad. Si encima sumamos algunos aspectos estrafalarios, como cascos en llamas o escudos con cadáveres atados, pues hace que haya orcos que ganen algún que otro punto de carisma.

Otra de las novedades de los orcos son sus defensas. En Sombras de Mordor era común encontrar a algún enemigo que fuera resistente a algún ataque. Aquí, también veremos nuevas fortalezas, como son la resistencia a las piruetas. Si eso no es suficiente, esperad a ver a aquellos capaces de desarrollar resistencias en tiempo real. Creedme, son un auténtico dolor de trasero.

¿Y qué pasa con la dificultad? Pues ésta sigue en los mismos palos del juego anterior. Es decir, que los desafíos residen más bien en el número de enemigos puñeteros en vez de sus habilidades individuales. Enfrentarse uno a uno contra un capitán o caudillo suele ser un paseo, pero como vengan otros dos o tres fuertes las cosas se pueden desmadrar muy rápidamente. No es que sea fan de este tipo de maneras de aumentar la dificultad, pero oye, siendo un espíritu vengativo veo menos lógico que haya un orco capaz de acabar con nuestras manos sin ayuda.

¡Ha del castillo!

Si una cosa ha destacado de Sombras de Guerra durante sus tráileres son los asaltos, la principal novedad del juego. Para quien no los conozcan, se tratan de misiones donde podemos atacar las fortalezas enemigas usando nuestro propio ejército orco para conquistarlas. Ya en los vídeos la cosa se veía impresionante. Y, a pesar de mi torpeza, disfruté de este modo en la gamescom de este año. Pero ahora, tras haber podido jugar de forma natural al juego he de decir que me han logrado impresionar por tercera vez.

La ferocidad y camaradería vistas en los asaltos recuerdan a las batallas de El Señor de los Anillos

Como bien dice el nombre, aquí el objetivo es asaltar las fortalezas. Y sí, esto incluye atacarlas desde fuera, romper las puertas y acabar con todo orco de su interior. Para ello, debemos conquistar los distintos puntos de la fortaleza como si de un shooter se tratara. Así, al lograr capturar dichas zonas y acabar con todos los caudillos de los alrededores tendremos acceso a la sala del líder de la fortaleza, teniendo que matarlo para ocupar su trono.

Obviamente, para esta labor contamos con nuestro propio ejército, compuesto de los orcos que hayamos controlado. De este modo, nos toca elegir antes del asalto a nuestros compañeros que vendrán al campo de batalla. Además, también debemos seleccionar los soldados que tendrá cada uno de forma similar a las mejoras de nuestras habilidades. Gracias a esto, tendremos lanceros, trolls, jinetes y demás de nuestro lado.

Todo esto no hace que la escala de la batalla sea enorme y luzca espectacular. El tener a nuestros compañeros luchando con nosotros es sin duda de lo mejor de este modo. Además, en más de una ocasión éstos acabarán con nuestros enemigos o nos salvarán la vida. Gracias a esto, el cariño y la camaradería están mas presentes que en Sombras de Mordor.

Puede que en el juego haya únicamente cinco fortalezas, pero no os preocupéis. No solamente nos tocará atacarlas, sino que una vez en nuestro poder nos podrán asaltar, teniendo que hacer las veces el papel de defensor. Y si esto no es suficiente, tenéis también asaltos en línea a fortalezas de otros jugadores, donde podéis conseguir alguna que otra caja.

Llegan las cajas

Si hay un apartado que ha sido polémico desde su anuncio ha sido la introducción de los micropagos. Cada vez éstos son más comunes en juegos multijugador, pero su inclusión en una aventura individual choca bastante.

Sombras de Guerra distingue entre dos tipos de moneda in-game: las de plata y oro. Las primeras se consiguen haciendo misiones y matando orcos, mientras que las segundas… Efectivamente, son las que obtenemos únicamente pagando con nuestro bolsillo.

¿Y qué encontramos en las cajas? Pues podemos obtener en ellas o equipamiento u orcos para nuestro pelotón. Además, también nos pueden tocar mejoras para éstos, pudiendo así dar a un soldado una montura o una escolta.

Ya en su momento Bob Roberts, director de diseño, señaló que las cajas no interferirían en el juego, alegando su existencia para aquellos jugadores que no tuvieran tiempo de conseguir equipo u orcos. Personalmente, pensaba que era la mera escusa del estudio para colarnos los micropagos. Sin embargo he de darle la razón a Roberts, ya que los objetos y los orcos abundan en el juego. Es más, me sobra plata y ni la gasto en cajas por pereza… Eso sí, esto no quita que estén metidas a calzador, ya que ni siquiera están integradas en la historia, sino que la tienda es un menú sin más. Pero lo dicho, podéis olvidaros de ellas sin ningún problema.

Montaraz y fotógrafo de la Tierra Media

A pesar de haber dejado atrás las versiones de PlayStation 3 y Xbox 360, el salto gráfico de Sombras de Guerra no es tan grande como uno esperaría. Sigue siendo vistoso, desde luego, y los aspectos de los orcos ahora son más estrafalarios. Sin embargo, no se palpa una evolución considerable a nivel visual. Además, hay detalles, como que aparezca siempre el equipamiento inicial en las escenas, que ensucian un poco el acabado. Y eso que éstas utilizan el motor gráfico del juego…

Donde sí que he visto una gran mejora es en los paisajes de Mordor. Una de las mayores debilidades de Sombras de Mordor era la poca variedad de sus entornos. Por suerte, aquí contamos con la tan esperada variedad de terreno. Desde ciudades inmensas a zonas volcánicas o montañas nevadas hacen que este Mordor sea más rico y agradable de explorar.

Por supuesto, no podemos olvidarnos del cada vez más popular modo foto. Gracias a una combinación de botones, podemos parar el juego y jugar con la cámara para sacar instantáneas a cada cual más épica. Esto sumado a la variedad de ejecuciones de Talion hace de esto un auténtico espectáculo. Para que veáis que no exagero, os dejo abajo unos ejemplos propios de dicha opción:

En lo que se refiere al apartado sonoro pues estamos casi igual que en Sombras de Mordor. Contamos con una banda sonora interesante, pero que no está a la altura de la de las películas. Aun así, ésta encaja con cada situación del juego y la ambientación general de éste. A ello debemos sumarle un buen doblaje en castellano.

Conclusiones

Temía que sin el factor sorpresa de Sombras de Mordor este Sombras de Guerra no causara tanto impacto. Sin embargo, la decisión de hacer más grande lo que ya se tenía es todo un acierto. Gracias a esto y la corrección de los errores de la precuela estamos ante un juego de acción redondo. Eso sí, la falta de novedades de peso puede echar hacia atrás a los más indecisos. Aun así, si eres uno de ellos y disfrutaste de lo lindo con Sombras de Mordor, te diré que te tocará hacerte con este juego tarde o temprano.

Gráficos
8
Sonido
8.2
Jugabilidad
9.2
Modos de juego
9
Nota de lectores0 Votos
0
LAS CLAVES
Acción a puntapala en la Tierra Media.
El sistema Némesis logra dar un considerable paso adelante.
Los asaltos logran recrear la sensación de batalla de las películas.
ALTERNATIVAS
Si quieres ponerte en la piel de Aragorn y compañía ve al videojuego de El Retorno del Rey.
Mad Max también nos ofrece acción y mundo abierto basadas en una franquicia.
Tras los asaltos tendréis ganas de volver a veros la trilogía de El Señor de los Anillos.
8.6
Más Mordor, mejor Mordor
Diego Sommier

No tengo ni idea de videojuegos porque no pronuncio bien sus nombres en inglés y me marqué un Cuphead de campeonato en la gamescom. Ah, y según un papel de mi pared, también soy informático.

Entradas recientes

Tráiler de DRAGON BALL: Sparking! ZERO el 29 de enero

Son Goku y Vegeta serán los protagonistas del próximo tráiler de DRAGON BALL: Sparking! ZERO.…

3 meses hace

Devil Jin muestra todo su potencial en Tekken 8 con un nuevo tráiler

Devil Jin en Tekken 8 es el último personaje de la plantilla inicial en mostrar…

3 meses hace

Análisis de Like a Dragon: Infinite Wealth en PlayStation 5

La nueva entrega de Yakuza se llama Like a Dragon: Infinite Wealth. Regresan las locuras…

3 meses hace

Toda la espectacularidad de TEKKEN 8 en su tráiler de lanzamiento

Bandai Namco publica el tráiler de lanzamiento de Tekken 8, próximo videojuego de la mítica…

3 meses hace

Manga Dragon Ball Super 101 disponible en español

Llega el manga Dragon Ball Super 101 en el que tenemos más historia de los…

3 meses hace

Wordle 742, con tildes 689 y científico 676 del 18 de enero de 2024

Disponibles los Wordle del 18 de enero de 2024. Pistas y solución del Wordle 742,…

3 meses hace

Esta web usa cookies.