Análisis de Shoppe Keep para pc

Si la idea de gestionar una tienda y aporrear a los ladrones os gusta, tomad asiento. Este análisis de Shoppe Keep os podría abrir las puertas al paraíso.

Describir este simulador indie con sabor a RPG es difícil. Aunque para mi es el juego de las segundas oportunidades. La primera vez que lo probé, hace tiempo, era un mar de errores y lo dejé. En esta ocasión toca traeros el análisis de Shoppe Keep en lo que ha sido nuestro segundo encuentro.

Culpables, no me duele decir que nos hemos vuelto a ver las caras este indie y yo. La experiencia ha sido buena, entretenida y me ha generado cierto “vicio”. Ciertas ganas de volver a jugarlo con más paciencia. Pero eso si, os deben gustar los simuladores, así como los RPG.

Mesa aquí mesa allá, maquíllame maquíllame

Shoppe Keep es un juego en el que encarnamos el papel de un vendedor. Gestionaremos la tienda, los productos que vendemos y sobretodo los precios. Abriremos las puertas por la mañana y al caer la noche nos tocará remodelar la tienda.

Si, exactamente como lo oís. Una mesa aquí, una estantería allá, un florero por aquí para que todo sea más mono, etc. Por supuesto también aprovecharemos la noche para reponer todo lo que falte. Eso si, cuidado, porque de adorno en adorno se va el dinero volando. Os lo digo yo, que he rozado la quiebra varias veces.

Es un gustazo saber que podemos decorar a nuestro antojo el negocio. Además, contamos con 2 ampliaciones de espacio que nos alegran el día cuando las desbloqueamos. Porque no nos engañemos, el efecto “síndrome de diógenes” que provocan los juegos, existe en Shoppe Keep. Sólo que al revés. La tienda, cuanto más llena de todo tipo de objetos, mejor. Que no falte de nada, no sea que aparezca un señor pidiendo un calcetín y no tengamos.

Lo mejor de todo llega cuando obtenemos suficientes puntos de habilidad y nos abrimos una taberna. O en su defecto un jardín trasero donde cultivaremos hierba, entre otros. Y no, no me habéis malinterpretado. Ha sido bastante curioso ver a todos los ciudadanos campar plácidamente por el pueblo con una plantita en sus manos.

Ventas, ventas y más ventas

Nuestra principal preocupación será ganar dinero. Pero para ello, como buen simulador que es este juego, deberemos administrar bien nuestra tienda. Y os aseguro que no es del todo fácil. Los clientes son muy exigentes y si no encuentran lo que quieren se marcharán. Por no hablar de que si consideran que nos hemos pasado con el precio, nos tirarán las cosas al suelo.

Habrán objetos que sólo querrán comprar en ciertas estaciones del año. Para ello tendremos un cartel que nos indicará cuales son los que más piden los clientes. Una ayudita no viene mal para saber qué comprar y qué no para ponerlo en la tienda.

Además, tendremos que cumplir con ciertas misiones que nos aportarán puntos de experiencia si las completamos. Con estos puntos os explicaré más tarde qué se puede hacer. Pero os aseguro que os salvarán la vida, y la tienda, constantemente. Por no hablar de la posibilidad de desbloquear nuevas estanterías que nos ofrecerán cierta comodidad.

La labor de reponer constantemente el stock de todo es bastante pesada. Sin embargo existe una máquina que nos salvará la vida. Una especia de robotito volador que repondrá todo lo que le pidamos por nosotros. Una gozada, de verdad. El cielo se abre ante nosotros cuando conseguimos desbloquearla.

Sea como sea, no intentéis buscar un orden en vuestra tienda. No hay manera. Quizás sea este el punto en que encontramos un poco de «aventuras» y «acción». Hacer posible el orden en una tienda llena de síndrome de diógenes. Si puedo acumular 100 pociones, para qué voy a comprar sólo 10 para vender.

Te contamos un poquito más de Shoppe Keep en la siguiente página

Un RPG escondido tras un simulador

Está claro que la misión principal en Shoppe Keep es mantener viva una tienda con todo lo que conlleva. Sin embargo, llegados a cierto punto, podremos disponer de un soldado para nosotros. Algo así como un segurata pero al estilo medieval. Un personaje a quien le daremos misiones por cumplir. Incluso mejoraremos su armadura, así como sus armas. Y es que culpables, tenemos que cubrirnos bien las espaldas.

Hacer que guiltyshop estuviese en la cresta de la ola del pueblo tuvo un precio. Bandidos, Bandidos por doquier que intentarán llevárselo todo y destrozar la tienda. Por no hablar de los ladrones. Aunque a estos últimos les podemos freír los sesos nosotros mismos con un toque de gracia.

Si os gustan más las espadas, podemos provocar una salpicadura de sangre naranja (súper realista) al matarles. Si por el contrario sois más de «brilli, brilli» contáis con magia. Aunque así los reduciréis a huesos. Sea como sea, si el aquelarre tiene lugar en la tienda preparaos para vivir una estampida de clientes huyendo. Otra cosa no, pero escenas graciosas en Shoppe Keep las hemos vivido a montones.

 

Otro de los detalles que lo convierten en un pequeño RPG es que contamos con habilidades. Y sinceramente, es un punto a favor. Genera ese enganche, esas ganas de seguir jugándolo para descubrir qué nos depara la próxima habilidad que desbloqueemos. Desde aumentar la tolerancia de los clientes para que se dejen la pasta hasta crear portales. Si, como lo oís. Y os aseguro que son una gozada porque nos traerán los pedidos en menos que canta un gallo. Así podremos hacer un poco de psicópatas por el pueblo persiguiendo a los clientes para venderles lo que hace un minuto no encontraron en la tienda.

Es cierto que a simple vista un simulador de tiendas puede parecer una idea aburrida. Puede dar la sensación de que a los cinco minutos habremos cerrado el juego. Desde luego no es el caso de Shoppe Keep. Hay mucho por hacer en un juego que parece más pequeño de lo que realmente es. Y ofrece horas de juego aseguradas.

Una jugabilidad que enamora

Os mentiría, y mucho, si dijese que Shoppe Keep me ha enamorado por su jugabilidad. No creo que puedan calificarse de bugs, pero le falta mucho recorrido para ser cómodo y para no provocar tensiones.

Los controles son malos, pero malos con ganas. Por no hablar de que en más de una ocasión nos damos de bruces con errores. Y este es uno de los puntos por los que en mi primer encontronazo con este juego, lo dejé. Ha cambiado mucho desde entonces, pero queda un largo camino de dar cera y pulir cera. Desde menús solapados hasta interacciones poco intuitivas.

El juego cuenta con ciertos tutoriales que explican cómo hacer según qué cosas. Y aún así en ocasiones resulta difícil realizar algunas acciones. Definitivamente estos «problemillas» se merecían un apartado, sobretodo porque puede ser el motivo de que más de un usuario lo abandone. Y os aseguro que es una lástima, porque si entiendes las mecánicas es un juego interesante.

Un consejo, aunque el juego jure y perjure que no podemos saltar, insistid. Un logro se esconde detrás de nuestra insistencia.

Mucho contenido en un lugar demasiado pequeño

Si bien es cierto que en este análisis de Shoppe Keep os he dicho que no tenemos lugar para el aburrimiento, siempre hay peros. En este caso me han faltado escenarios. Nuestro trabajo se reduce a estar en la tienda y dar rodeos por el pueblo. Un pueblo parco en detalles, con poca gracia y habitantes repetitivos. Y no porque nos digan siempre lo mismo, que también, sino porque todos son iguales y visten la misma ropa.

Strange Fire Studios podría habérselo currado un poco. Eso sí, me quedo con el guiño a One Peace en una de las calles del pueblo.

Algo positivo de un lugar tan diminuto es que contamos con basuras. Que nos salvaran el «culete» si alcanzamos la bancarrota. Sobretodo porque al vaciarlas podremos encontrar objetos para vender y así recolectar dineritos.

Conclusiones del análisis de Shoppe Keep

En definitiva Shoppe Keep ha roto con aquello de «segundas oportunidades nunca fueron buenas». Pese a que todavía le falte solventar ciertos problemas de jugabilidad, sinceramente tiene cierto atractivo. Dejando de lado el apartado gráfico o la banda sonora, claro está.

Se trata de un juego interesante, entretenido. De esos que tienen la capacidad de matar esas tardes de aburrimiento insufrible. Es una muy buena idea llevada a cabo con un poco de mala leche. Pero eso no quita que sea atractivo a su manera. Podríamos decir que nos gusta, no porque sea guapo, sino porque tiene un gran corazón.

Me quedo con que ha generado en mi esas ganas de volver a empezar una partida con más calma. De intentar rehacerlo todo para poder ganar dinero con más facilidad. Ganas de jugarlo. Así que si os gustan los simuladores y os mola el tema de administrar una tienda, vale la pena darle una oportunidad.