Análisis de The Yakuza Remastered Collection

La legendaria saga de yakuzas recibe en un mismo pack las entregas restantes que faltaban en PS4. Veamos qué tal con este análisis de The Yakuza Remastered Collection.

Kiryu Kazuma es uno de los personajes más icónicos de la industria del videojuego. Hemos seguido las andanzas del yakuza durante varias generaciones. Ahora, por fin, y tras las salida de Yakuza 0, Kiwami 1 y 2, y Yakuza 6, tenemos la saga completa en PlayStation 4 con esta colección. Vamos con el Análisis de The Yakuza Remastered Collection.

Sobre la saga

Como dijo Jack El Destripador: vamos por partes. Quizás haya gente que no tenga mucho conocimiento sobre la saga, y esté leyendo estas líneas porque ahora tiene la posibilidad de jugarla toda en una misma consola. Lo primero que os voy a decir es: joder, merece mucho la pena. Y lo segundo es que os arméis de paciencia, porque vais a necesitar tropecientas horas.

Pero, ¿qué es la saga Yakuza? Hablando pronto y mal, son juegos de acción y lucha ambientados en Japón con temática de mafia. Nosotros encarnamos (la mayoría de las veces) a Kiryu Kazuma, un yakuza que, poco a poco, va haciéndose una leyenda. La base del gameplay consiste en peleas contra otros yakuzas rivales o contra cualquiera que se interponga en nuestro camino mientras de fondo se desarrolla una trama. Los combates son, pues, la mecánica principal, pero hay dos corrientes claras por las que te puede interesar la saga.

La primera de ellas y más importante para mí, es la trama. La trama de los Yakuza es en apariencia simple, pero compleja en cuanto a su profundidad. Tardaremos un poco en familiarizarnos con la jerarquía de la yakuza, los rangos, las distintas familias y todo el tinglado que tienen montado. Es por esto por lo que crear una trama basada en las luchas de poder, es lo más fácil y lo que más veremos. Pero ojo, cada Yakuza es diferente y, aunque sus tramas sean separadas, habrá un hilo argumental que vaya desde el primer Yakuza cronológicamente hablando, hasta el último. Vaya, que podéis tomarlo como una serie de TV.

La segunda corriente es, sin duda, los minijuegos. Os parecerá un poco absurdo, pero es que son realmente interesantes y, sin darnos demasiada cuenta, nos robarán un porrón de horas. Tendremos billar, dardos, golf, karaokes, máquinas de UFOs, máquinas de Virtual Fighter, y un sinfín de minijuegos y cosas cotidianas que ayudará a “rolear” una vida más o menos normal. Si hasta podemos sentarnos a pedir un whiksy en un bar, es increíble.

Sobre los remaster

Ahora toca hablar de los remasters en sí. Hay que aclarar que nada tienen que ver con los remakes que suponen Yakuza Kiwami 1 y 2. Estos juegos se rehicieron o, por lo menos, se adaptaron a un nuevo motor gráfico para lucir cerca de los estándares actuales, además de mejorar y expandir lo que ya existía en el juego base. Mención especial a Yakuza Kiwami 2, que se adaptó utilizando el motor más actual de la saga.

Así pues, Yakuza Collection lamentablemente no ha seguido estos mismos pasos. Entendible, por un lado, porque los juegos aquí recogidos pertenecen a la pasada generación y no deslucen demasiado, pero desafortunadamente sí se nota el salto generacional.

El salto de Yakuza Kiwami 2 a Yakuza 3 en PS4 es terriblemente abismal, pero a su vez lógico y consecuente. Uno se da cuenta de lo mucho que ha evolucionado la saga cuando compara ambos juegos, sobre todo en lo que a la profundidad del combate se refiere. Dicho tal, que esto no os haga bajaros del carro de jugar a la saga, pues pese a notarse que son juegos de la pasada generación, las bases jugables siguen siendo muy disfrutables, y hará que os olvidéis pronto de las tremendas diferencias.

Y lo cierto es que en estos remasters se han añadido ciertas cosillas jugosas. Por ejemplo, la mejora principal la encontramos en el añadido de minijuegos que antes no estaban, como en el caso de Yakuza 3, que recupera minijuegos que en su día fueron eliminados de la versión final. También encontramos mejoras en la traducción y algo de texto introductorio para saber qué ha ocurrido en las entregas anteriores. Se echa en falta detalles menores como, por ejemplo, la posibilidad de guardar en cualquier punto sin necesidad de recurrir a una cabina telefónica, o el poder pausar las cinemáticas, algo muy útil en juegos con tantas de ellas y que se echa en falta en Yakuza 3 y 4. Algún rediseño de menú tampoco hubiera estado mal. Pese a todo, el contenido extra añadido está a buen nivel, sin ser algo excelente.

Yakuza 3

Este Yakuza 3, por motivos obvios, es el que más dista de los Yakuza actuales. Viviremos un giro drástico en cuanto a nuestra vida de yakuza, aunque no tan drástico como le gustaría a Kiryu. Esto es porque visitaremos una nueva localización, Okinawa, donde nuestro protagonista tratará de llevar una vida tranquila y sosegada lejos del bullicio de Kamurocho. Hasta que todo se tuerza otra vez.

Yakuza 4

La principal novedad de esta entrega es la suma de tres protagonistas jugables más, además de Kiryu. Esto era novedad en la saga, aunque si los jugamos de manera cronológica, la inclusión de un nuevo personaje jugable ya lo vivimos en Yakuza 0. Cada personaje, eso sí, tendrá un estilo de lucha diferente. Por lo demás, volveremos a Kamurocho como localización principal, y el tono de esta entrega se aleja del relajado que vivimos en Yakuza 3.

Yakuza 5

Esta entrega es considerada la más ambiciosa hasta la fecha. De cuatro protagonistas, se pasó a cinco, sumando además una localización para cada uno. Montones de minijuegos y tramas para cada personaje, encontramos un Yakuza que tiene muchísimo contenido. La pega, como diría nuestro refranero español, es que el que mucho abarca, poco aprieta, y desarrollar buenos guiones para cinco personajes diferentes, hace que la trama se resienta. Probablemente, esta entrega sea la que más decepcione a aquellos que en esta saga busquen tramas en lugar de minijuegos.