BitBack: Especial Star Fox (I) – Starwing

Muchos han sido los casos de éxito en los que Nintendo ha logrado despuntar de la competencia con total naturalidad. Hoy en día parece que las cabezas pensantes de la Gran N se han olvidado de una de sus mejores épocas, la era dorada de los 16 bits, cuando las grandes franquicias de Nintendo vieron la luz por primera vez o fueron reinventadas para revolucionar el mercado. Hoy haremos un breve repaso a la historia de una de las grandes sagas de Nintendo que parece haber sido arrojada al limbo, Star Fox.

Antes de meternos en materia me gustaría hablaros sobre el origen de está saga, ¿de donde surge la idea original? Pues aunque no os lo creáis no fue Nintendo el principal artífice de este proyecto. El estudio británico Argonaut Software había desarrollado un juego llamado Starglide en el que controlábamos una nave en el espacio abierto destruyendo a todo enemigo que se nos pusiese por delante. Los sistemas Amiga fueron los destinatarios de este título y de su secuela Starglide 2 que hacía uso de gráficos poligonales simples y que llamaron especialmente la atención de Nintendo. Tanto es así que se pusieron en contacto con el estudio para que desarrollase un juego similar para sus sistemas. Ya está, que historia tan bonita, ¿no? Esperad que aún hay más.
Argonaut se interesó por el proyecto a pesar de que informaron a Nintendo que con la tecnología de sus consolas era imposible llevar a cabo un juego con gráficos poligonales pero que si les permitían reunirse con sus diseñadores e ingenieros se encargarían de buscar una solución. De esas reuniones surgió el proyecto chip MARIO que terminó conociéndose como chip Super FX. Las limitaciones del hardware de Super Nintendo fueron suplidas por este prodigioso chip que permitió lo impensable en la 16 bits de Nintendo.
Este pequeño repaso de historia hace que me plantee que tal vez si Nintendo quiere sacar adelante su Wii U debería retomar estas viejas pero efectivas prácticas. Es más que probable que alguien venido de fuera y con un punto de vista objetivo les ayudase a ver las carencias y errores que están cometiendo, y lo más importante, les podrían mostrar la vía para solucionarlas.

A pesar de la diferencia generacional que hay entre los distintos juegos de la saga (empezó en Super Nintendo y las últimas novedades se vieron en Game Cube) hay algo que todos y cada uno de ellos tienen en común, los gráficos tridimensionales. Y esto precisamente se lo debemos al chip Super FX y la mejora técnica que supuso para el cerebro de la bestia.

La jugabilidad general durante toda la saga es la de un shooter (heredada de los Starglide de Argonaut) en el que controlaremos distintos tipos de vehículos entre los que destaca el caza espacial, Arwing, pero también podremos llegar a controlar otros vehículos que nos permitirán viajar a través de entornos distintos al aéreo. Al principio la podríamos calificar hasta de simple pero cumplía a la perfección con su cometido, ser manejable, intuitiva y lo más importante, saber divertir, así que no sería correcto quejarnos de ese simplismo. Con cada nueva entrega y gracias al salto tecnológico de cada generación la jugabilidad iba mejorando en aspectos que fueron claves en la saga tales como entornos abiertos en los que poder volar libremente o incluso casos en los que nos veíamos obligados a superar los escenarios a pie en fases de exploración.

La nomenclatura que se ha usado durante toda la saga también se debería de suponer común con los respectivos añadidos de cada nueva entrega, aunque la verdad es que no es así, ya que por unos motivos o por otros (algunos de ellos legales) hubo varios casos en los que el nombre de algún juego tuvo que ser modificado para el mercado europeo. Hasta la tercera entrega no recibimos en Europa uno de estos juegos con la denominación de Star Fox, aunque esto no ha quitado para que desde su origen lo hayamos conocido por este nombre también por estos lares. Y no es por mera coincidencia o porque fuésemos más largos que un día sin pan, si no porque ese nombre se toma prestado del escuadrón protagonista de toda la saga y que es capitaneado por Fox McCloud, protagonista indiscutible.

Muchos concidiréis en que es una de las sagas con las que mejor nos lo hemos podido llegar a pasar. Más adelante nos centraremos en el primer y exitoso capítulo que fue publicado hace ya bastante tiempo en Super Nintendo, aunque hay que reconocer que el recorrido que ha realizado con la publicación de cada nueva entrega ha sido algo errático. En total sólo han sido cinco entregas las que han sido puestas a la venta con la franquicia Star Fox, y precisamente las últimas entregas son las más… no malas, porque eran juegos muy completos, pero no terminaron de convencer al público en general. Puede que esto provocase que no pudiésemos disfrutar de las aventuras del zorro galáctico en Wii y que todavía no sepamos nada de posibles futuras entregas para Wii U… y como he dicho antes, puede que una nueva entrega pudiese ayudar a Nintendo en su delicada situación actual.
Esto me hace plantearme el por qué Nintendo sobreexplota ciertas franquicias y de otras parece que se haya olvidado como es este caso. Tampoco ha sido abandonada del todo ya que sigue estando presente con cada nueva entrega de Super Smash Bros. en forma de personaje, asistente o escenario, pero no nos podemos engañar, no es lo mismo. Quien sabe si un nuevo Star Fox ayudaría a posicionar a Wii U en el mercado, pero con un juego nuevo que reúna lo mejor de los juegos publicados hasta ahora o que reinicie la saga de un modo inesperado, que conociendo a Nintendo igual nos “sorprenden” con algún remake de Starwing de Super Nintendo.
Y digo sobre todo lo juego nuevo porque el último juego del que hemos podido disfrutar es Star Fox 64 3D en Nintendo 3DS que como supondréis es una remake de la entrega de Nintendo 64 que nosotros conocimos como Lylat Wars.

Y por ir acabando, ¿sabíais que también hubo cancelaciones relacionadas con esta saga? La primera de ellas fue la de Star Fox 2, secuela directa de Starwing y que iba a ser publicada también en Super Nintendo y que planteaba un cambio radical en la jugabilidad. Otro de los proyectos cancelados sólo se llegó a conocer como Star Fox Arcade y como bien supondréis era un título que iba a ser publicado en salones recreativos. Su nombre apareció de repente, y de repente desapareció.

Y ya por fin si estáis preparados, saltad a la siguiente página en la que os espera el primer Star Fox de todos.

 

Starwing

Starwing, la revolución hecha videojuego. Soy un fan declarado del pixel, de los gráficos bidimensionales que nos transportaban a mundos de ensueño con sus limitadas opciones de movimiento, pero esto no quita para que pueda valorar lo que el chip Super FX supuso no sólo para Super Nintendo si no para la generación de los 16 bits.
Y sí, habéis oído bien, Starwing. Este fue uno de los casos en el que por motivos legales el juego no pudo ser publicado en el mercado europeo como Star Fox.

A pesar de lo simple de su diseño, los gráficos tridimensionales de los que hacía gala este juego lo convirtieron en todo un éxito de ventas. Hay que tener en cuenta que este juego fue publicado en 1993, época en la que era impensable poder disfrutar de este tipo de gráficos en el salón de nuestras casas, pero Nintendo hizo que fuera posible. Quien la ha visto y quien la ve.
Como os he contado en la primera parte del especial, el diseño del juego se lo debemos al maravilloso chip Super FX que no hubiera sido posible si Nintendo no hubiera permitido a sus propios diseñadores e ingenieros reunirse con Argonaut Software y así conseguir entre ambos que Super Nintendo pudiera mover un juego poligonal sin problema alguno.

La jugabilidad se presta a ser disfrutada en todos sus aspectos por si el apartado gráfico no fuese suficiente motivo como para hacernos con una copia del juego. Puede que el juego carezca de una selección de nivel de dificultad o de modos de juego al uso pero esto no quiere decir que carezca de ello. Vale, modos de juego no podemos elegir entre una amplia variedad, pero al comenzar el juego se nos da la opción de empezar la pantalla a modo práctica como si de un tutorial se tratase y así familiarizarnos con los controles de la nave. Antes de empezar a jugar también podemos cambiar la disposición de los controles entre cuatro variedades distintas ya preestablecidas y que podremos cambiar y probar en tiempo real a través de una pantallita en la que podremos manejar el Arwing.
El nivel de dificultad sí que podremos seleccionarlo, pero olvidaos de encontrar el típico menú de EASY-NORMAL-HARD al principio de cada partida. La dificultad la elegiremos en función del camino que decidamos tomar. Para quien no lo haya entendido es posible que se deba a que nunca le ha puesto la mano encima a este juego y por tanto no conoce una de sus características principales más famosas. En Starwing podemos elegir distintos caminos por los que llegar a nuestro destino, todos nos terminarán llevando al mismo sitio con la pequeña diferencia de que cada camino tiene un nivel de dificultad distinto o un mayor número de fases.
Parecerá una tontería, pero este sistema de juego otorga una gran rejugabilidad al título ya que por mucho que nos lo pasemos, pasándonos el juego una sola vez sólo habremos jugado en torno a un tercio de las pantallas disponibles.

A pesar de controlar un caza espacial no tendremos total libertad de movimiento aún pudiendo  ascender/descender y desplazarnos a ambos lados ya que el scroll de cada pantalla es automático. Disponemos de un botón de freno, pero esta acción tan sólo nos permitirá ralentizar nuestra velocidad, en ningún momento podremos llegar a quedarnos quietos flotando en el aire porque en cuanto soltemos el botón de frenado nuestra nave volverá a coger la velocidad de vuelo necesaria para poder avanzar.
Otra de las acciones disponibles es la de “turbo”, que nos permitirá alcanzar una velocidad supersónica durante unos breves instantes y que es muy útil cuando nos veamos rodeados de muchos enemigos o cuando queramos llevar a cabo una acción evasiva. A pesar de que esta característica es totalmente ilimitada, en la parte inferior derecha tenemos una barra azul que se gastará cada vez que usemos este turbo y que no podremos volver a usar hasta que no se rellene.
Sobre esta misma barra hay representados tres iconos que aunque a mí siempre me han parecido flotadores salvavidas en realidad son bombas que nos permiten un ataque más poderoso que el de los láseres básicos e ilimitados de los que disponemos. Es muy recomendable guardar estas bombas para los enfrentamientos contra los final-boss de cada fase, pero por si os veis apurados durante la partida y usáis alguna hay items que nos permiten cargar una bomba a nuestra munición.
Tampoco podía faltar el marcador de vidas que nos indicará cuantas nos quedan hasta llegar al odiado GAME OVER y justo en la parte inferior izquierda tendremos otra barra llamada shield y que nos indica la vida que nos resta. Si recibimos suficientes impactos de los enemigos esta barra se irá agotando hasta provocar que perdamos una vida, aunque igual que con la munición de las bombas, en este caso en cada fase hay unos anillos que si los atravesamos por su interior rellenaremos esta barra.

Como os he comentado antes, el nombre de Star Fox viene del escuadrón protagonista y que en esta entrega está formado por Fox McCloud, Falco Lombardi, Peppy Hare y Slippy Toad. Únicamente llegaremos a controlar la nave que pilota Fox pero como es un escuadrón siempre saldrán a combate los cuatro miembros. Durante la partida iremos recibiendo mensajes de radio del resto del escuadrón representado con un globo de texto en la parte inferior de la pantalla junto a otro globo que representa un retrato de quien nos está mandando el mensaje. Estos mensajes en su mayoría servirán para mostrarnos información de la misión aunque también habrá casos en los que se nos avisará de peligros inminentes o se nos pedirá ayuda por parte de un miembro en particular. Habrá ocasiones en las que simplemente le apetece echar una charradica al personaje de turno.

Hasta la llegada de Nintendo 64 y su Lylat Wars no disfrutamos de una segunda entrega que debería haberse materializado con Star Fox 2 también en Super Nintendo. Gráficamente no hubiera supuesto ningún cambio porque era en lo jugable donde se llevó a cabo un planteamiento totalmente nuevo. Mientras que en el original seleccionamos una ruta y pasábamos a jugar cada pantalla, en la cancelada secuela disponíamos de un mapa en el que vamos moviendo un equipo formado por dos naves dotando al juego de un gran factor estratégico. En cuanto nos topábamos con un enemigo la jugabilidad cambiaba y volvía a ser igual que en el original para tras acabar con todos los enemigos volver al mapa.
Argonaut repitió en el desarrollo del juego, pero una vez que se acabó de programar Nintendo decidió centrarse en la entonces venidera Nintendo 64 y cancelar el lanzamiento para centrarse en el futuro Lylat Wars.

¿Preparados para salvar la galaxia culpables?

sergioski1982

Entrené un Magikarp hasta el nivel 100 en Pokémon Azul, usó 'Salpicadura' y fue súper efectivo. Fan incondicional de las viejas glorias y de las extintas salas recreativas.

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